El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció ante senadores que México presentará una segunda demanda contra empresas armamentistas de Estados Unidos, esta vez en Arizona, y reveló que ahora buscarán fincar responsabilidades penales a los prestanombres que las venden.
Pese al rechazo de un juez en Boston a la demanda, aseguró que México no va a desistir "y si tenemos que presentar una tercera demanda, lo haremos y si tenemos que presentar una cuarta demanda, lo haremos", advirtió durante su comparecencia ante el pleno del Senado.
Dio a conocer que, de enero de 2020 a la fecha, se han asegurado 55 mil 996 armas en la frontera con Estados Unidos, la mayoría, provenientes de tan sólo 10 condados de ese país. Asimismo, anunció que México exigirá corresponsabilidad del gobierno norteamericano para frenar el tráfico de armas. Dicha cifra, explicó, es muy superior a la compra que se hace en un año para las fuerzas armadas.
Puso como ejemplo el condado de Maricopa, conocido por su juez, Joe Arpaio, que promovía el asesinato de migrantes, pues ahí se han vendido mil 482 armas largas sólo en ese condado.
Ebrard advirtió que es imposible reducir la violencia con la cantidad de armas largas que se aseguran en territorio mexicano, aunque aclaró que la cifra tiene que ver sólo con las armas incautadas en la frontera. “Puede ser que este número sea muy superior. Se han rastreado esas armas para saber de dónde vienen”, indicó.
Sostuvo que las demandas de México sí han tenido efecto, tanto que la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) en Estados Unidos rastreaba entre 15 y 16 mil armas al año y ahora pasó a entre 35 y 40 mil, en parte por la insistencia del gobierno mexicano. Además se han registrado 193 remisiones y hay 278 investigaciones más en curso.
En su comparecencia ante el pleno del Senado con motivo del análisis del Cuarto Informe de Gobierno, el canciller anticipó que la próxima semana habrá una reunión en materia de seguridad en la que el tema prioritario para México será el tráfico de armas.
Ahí, explicó que pedirán a Estados Unidos que, así como piden una estrategia de seguridad común, deteniendo a los jefes de los carteles o a sus integrantes y tomando otra serie de acciones, “así nosotros le decimos que necesitamos contundencia y eficacia y aquí no se vale decir que es materia estatal. Queremos una decisión corresponsable y correspondiente al esfuerzo que México está tomando”, dijo.
"Necesitamos que Estados Unidos se comprometa y actúe para frenar ese flujo, si ellos no pueden frenar la entrada de drogas, ¿qué podemos hacer?. Ellos gastan 6 mil millones de dólares en recursos tecnológicos, si no pueden, nosotros tampoco", afirmó.
El titular de la SRE refirió que, de enero de 2020 a la fecha, las instituciones mexicanas han asegurado 55 mil 996 armas y la mayoría ha ocurrido en la frontera, de las cuales 21 mil 430 son armas de alto poder. “El tráfico de estas armas es superior en capacidad de fuego que todo lo que compramos en un año para nuestras fuerzas armadas o para las policías”, indicó.
En este sentido, aseguró que frenar el tráfico de armas desde Estados Unidos contribuirá a que no crezca el consumo de fentanilo en México y explicó que la producción de los precursores es muy barata y en ese encuentro, pedirán que Estados Unidos presente sus indicadores en la materia.
“Les vamos a informar que de todas esas armas se compran, el mayor número en 10 condados” y, con gráfica en mano, cuestionó: ¿qué tan difícil será de controlar eso?, por lo que dijo que Estados Unidos también deberá actuar con contundencia y eficacia frente al tráfico de armas.
“Lo más sencillo sería someter la política exterior y la relación bilateral a la tesis de que sólo la sumisión puede lograr que la integración económica prospere. Dicho de otro modo, hemos procurado todos los días preservar la autonomía relativa, la independencia y autonomía de México y, al mismo tiempo, tener y acelerar la integración económica, ese es el reto de todos los días.
“La apuesta era, tiene que haber un conflicto con Estados Unidos y en el punto en que nos encontramos es que no hay conflicto”, aseguró el canciller, quien explicó que los paneles sobre las diferencias comerciales o la forma de abordar la migración.
Al inicio de su intervención, señaló que en este último año, el mundo se encontraba en la fase de vacunación y el reto era conseguir vacunas y equipos de protección y anticipaba que se abrirían ventanas económicas. Este 2022 el mundo se enfrenta a una guerra entre Rusia y Ucrania, que impacta las tendencias inflacionarias y la perspectiva de escalamiento del conflicto obliga a mantener una posición de Estado mientras, a nivel nacional, México entrará en un proceso electoral.
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La postura de México, explicó, es evitar tomar partido, apoyar el diálogo y buscar los canales de mediación política. En este marco, resaltó el trabajo que ha hecho el embajador Juan Ramón de la Fuente ante la ONU, y anticipó que su labor será la de insistir en la mediación en el conflicto entre Rusia y Ucrania, por lo que aseguró que el papel de México será algo de lo cual podrán sentirse orgullosos.
La evolución de ese conflicto puede implicar un cambio geopolítico, según explicó, por lo que la preocupación de México, está enfocado en la búsqueda de un diálogo a través de los canales políticos, desde el Consejo de Seguridad de la ONU y el veto que existe.
“Tenemos que fortalecer la mediación. Hoy se ve remota, casi imposible”, dijo.
LP