Más allá de las implicaciones en la salud de la población, la contingencia por el coronavirus está creando una presión económica que para los empresarios más pequeños podría significar hasta la quiebra.
Mario de León Palacios, de 30 años, es habitante de García y tiene una empresa de servicios de limpieza, principalmente industrial e institucional. Las restricciones por el Covid-19 todavía no lo afectan drásticamente, pero la baja en el negocio podría ser inminente.
Durante las últimas dos semanas en las que se han emitido las medidas precautorias en Nuevo León, ocasionando el cese de actividades en muchos sectores de la ciudad, la empresa SumaClean, de Mario, ha continuado con trabajos que ya estaban programados.
Sin embargo, la contingencia ya provocó las primeras cancelaciones a sus servicios.
“Me cancelaron dos trabajos que tenía para oficina, por la contingencia. Fue la única explicación que me dieron, por la contingencia está parado todo, eso fue lo que me resolvieron y ya no contestaron”, cuenta Mario de León, quien da empleo a un total de nueve personas.
En cuanto a posibles nuevas contrataciones, De León tiene todavía incertidumbre, pues el giro de su empresa bien podría significar que la gente busque limpiar más. Sin embargo, también le están solicitando que presente las medidas que está tomando contra el virus.
Para un microempresario como él, con un negocio que apenas tiene un año y siete meses, pero que sigue en proceso de cimentación, una baja en los trabajos por un periodo prolongado podría significar incluso la quiebra.
“La verdad, el peor de los escenarios sería quebrar completamente. No creo que pudiera soportar más de 30 días o 40 días, no creo poder soportar sin trabajo y seguir pagándole al personal. Ese es el peor de los escenarios.
“Si tenemos menos del 50 por ciento de los clientes que tenemos actualmente, con eso es suficiente para tener que reducir la plantilla, como nosotros somos muy pequeños, se puede decir que vivimos al día”, contó.
La presión económica a la que se enfrenta Mario es similar a la de muchos otros micro, pequeños y medianos empresarios de la entidad, que podrían verse obligados a reducir sus plantillas o incluso a cerrar.
Mario se enfrenta, además, a la preocupación de que sus nueve empleados tienen a la empresa quizá como única fuente de ingreso.
“La única manera de enfrentarlo, es lo que le digo a los muchachos, es trabajando todo lo que se pueda, hasta que se pueda. Ya cuando se indique que tenemos que parar, en caso de que llegue ese caso, ni modo, lo haremos”, señala.
El microempresario del ramo de limpieza hace un llamado a quien corresponda para que se tomen medidas para apoyar a todos los emprendedores que hay en Nuevo León ante la contingencia, algo que algunos bancos y gobiernos municipales ya han tomado en cuenta, anunciando medidas de condonación de impuestos y de aplazamiento de pagos de créditos, por ejemplo.