La organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) afirmó que durante 2019 fue notorio “un número cada vez mayor de mujeres, niños y familias enteras” migrantes que cruzaron por México rumbo a Estados Unidos.
Un año antes las rutas migratorias eran frecuentadas en su gran mayoría por hombres. Fueron migrantes que huyen de la violencia en Honduras, El Salvador y Guatemala, pero también mexicanos que huyen por lo mismo.
En su Informe anual de Actividades en México y Centroamérica 2019, MSF señala que “cada vez más, nuestro personal en el norte está viendo mexicanos que han huido de estados peligrosos como Guerrero”.
En este estado mexicano, MSF tiene tres equipos que dirigen clínicas móviles que visitan pueblos “afectadas por ataques o eventos violentos”.
Refiere que durante el año que informa, observaron cómo “los migrantes son detenidos en México, encerrados en centros de detención y luego deportados a sus países de origen”.
Hasta ahí, llegó personal de MSF a visitar a los detenidos y fueron testigos “del hacinamiento, la atención médica insuficiente, la comida, el agua y el saneamiento inadecuados”.
Se señala que MSF visitó esas estaciones migratorias, “lo cual nos ha permitido recabar información sobre las condiciones de la población encerrada, así como identificar casos graves que pudieran necesitar asistencia especializada”.
En su informe denuncian que durante 2019, Estados Unidos detuvo a todos los migrantes que llegaron a sus fronteras “incluso a aquellos que necesitan asilo como refugiados”.
Fue notorio “las insoportables condiciones de detención y la separación de los niños de sus padres en Centros de Estados Unidos; se ha presionado a México, para cambiar su política de acoger a los migrantes; por la de perseguir, detener y deportar”.
Se señala que en el vecino país del norte se amplió la política de “Permanecer en México” a las ciudades de Nuevo Laredo y Matamoros, Tamaulipas.
Se califica a este par de municipios “de los más peligrosas del país controlados por el crimen organizado; donde los migrantes son un blanco fácil para el secuestro y la extorsión”.
Se reporta que durante ese mismo año “se ha incrementado la actividad criminal, beneficiando a los traficantes de personas y con ello los riesgos y las vulnerabilidades para los migrantes”.
ledz