En España, cinco mil gallinas murieron asfixiadas por ola de calor

El granjero aseguró que a "31 grados no les pasa nada" a las gallinas y que cuando él las estaba cuidando "estaban todas cantando y sin parar de moverse".

Las gallinas murieron asfixiadas tras las altas temperaturas. (Shutterstock)
Editorial Milenio
España /

Debido a las altas temperaturas en España, en la localidad de San Felices de Buelna, cerca de cinco mil gallinas de una granja murieron asfixiadas, pues el calor extremo alcanzó los 42.9 grados centígrados, según informó el propietario de la granja de dichas aves, Juan Francisco Portilla. 

De acuerdo al diario La Vanguardia, Portilla se encontraba fuera del municipio comiendo junto con su familia cuando se enteró de que en San Felices se había alcanzado una temperatura de 42 grados.

El propietario de la granja aseguró que esta situación ya la veía venir, porque cada día hacía más calor en el pueblo, pues, con 3 grados, a las gallinas no les pasa nada, pero cuando él las estaba cuidando, con 29 grados, estaban todas cantando y sin parar de moverse. Pero los animales no pudieron soportar la subida de temperatura: "Lo pasa mal el humano, así que las gallinas peor, que ellas no sudan".

Tal y como ha comentado Portilla, él tiene "diez ventiladores que mueven el aire que entra por las ventanas de la calle y lo pasan por todo el gallinero" para que se refrigere. El propietario ha asegurado que este sistema siempre ha funcionado pero ha reconocido que hasta ahora nunca habían tenido 42 grados en el pueblo.

"Me da una lástima terrible, las cuidaba mejor que a mis hijas. Habíamos estado por la mañana vigilándolas y estaban todas bien, pero cuando llegué después de comer fui encontrando una, dos, tres... había miles muertas", ha lamentado Portilla.

Según sus cálculos ha perdido alrededor de 25 mil euros con la muerte de las gallinas ya que cada ejemplar, de la raza Lohman, está valorado en cinco euros. Ahora le quedan otras 12 mil 500 gallinas, que las seguirá manteniendo alejadas del calor todo lo que pueda. Sin embargo, no tiene pensado sustituir a los animales fallecidos: "Si quiero reponerlas tendría que matar a las que me quedan, limpiar y desinfectar, que venga el veterinario a certificar que está todo limpio y volver a meter todas".

Por si fuera poco, estas muertes se podrían haber evitado ya que Portilla estaba a la espera de que le instalasen un sistema de refrigeración de calidad, llamado cooling system. Ahora espera que con este enfriamiento evaporativo no se vuelva a repetir una muerte masiva de gallinas: "Ver así a tus animales te hace perder las ganas y la ilusión. No me había pasado nunca, pero tampoco me volverá a pasar".

LG 

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