“Milarca”, o bien el Aquilolamna milarcae, es la nueva joya paleontológica que Vallecillo Nuevo León regala al mundo.
Se trata del “eslabón perdido” entre el tiburón y las mantarrayas, el cual nadó en las aguas que cubrían estas tierras hace 93 millones de años y cuyo fósil en piedra caliza pertenece a la colección del promotor cultural Mauricio Fernández Garza.
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Fue recuperado de una laja de cantera en Vallecillo hace 12 años. Un equipo de paleontólogos liderados por Romain Vullo del Centro Nacional para la Investigación Científica estudió al animal por cinco años, y el resultado fue publicado por la revista Science.
La impronta fósil en la piedra de cantera guarda algunas ‘joyas’, a decir de los especialistas.
“Milarca” fue presentado en la residencia del aspirante del PAN a la alcaldía de San Pedro Garza García, junto al otro fósil relevante el pliosaurio Mauriciosaurio Fernandezi.
El fósil de “Milarca” conserva todos los huesos de la cola, así como la impronta del cartílago, algo inusual en peces marinos. Además, destacan sus dos largas aletas en forma de alas que el tiburón prehistórico utilizaba para planear en las corrientes submarinas, el cual se alimentaba de plancton.
Por esto, es que se consideró que se trata de una nueva familia, lo que lo convierte en una “joya” entre los hallazgos de reptiles marinos que se han dado en Vallecillo.
“En el mundo científico siempre se permea cuando hay un gran descubrimiento, y pueden checar, pero hace una barbaridad de tiempo en que no aparece una familia nueva, lo que lo hace enormemente importante a nivel mundial”, expresó Mauricio Fernández Garza.
Su protección
Vallecillo Nuevo León es una importante veta de cantera, cuyos pobladores extraen para la comercialización de materiales para la construcción.
Entre estas piedras se han descubierto improntas de peces marinos, tortugas, ictiosaurios, el pliosaurio *Mauriciosaurio Fernandezi, y ahora el Aquilolamna milarcae, o “Milarca”.
“Lo que pasa es que Vallecillo tiene los ‘eslabones perdidos’ en la historia de la Tierra”, reconoció el promotor cultural Mauricio Fernández.
En meses pasados, la iniciativa de ley para la preservación de esta riqueza paleontológica en la Ley de Patrimonio Cultural de Nuevo León, que los denominó “grabados inusuales”, generó polémica pues el Consejo de Paleontología en México consideró errónea la definición.
“Estoy viendo cómo le hacemos con la complejidad del INAH para proteger este banco, y que en Nuevo León se puede hacer un registro de los diferentes animales que, ya si son fósiles o son estampas pues no me importa, si son fósiles pues no las podemos registrar en Nuevo León porque sería a nivel federal”, agregó el promotor cultural.
Se estima que el Aquilolamna milarcae se exhiba en el museo La Milarca, que se construye en terrenos del Parque “Rufino Tamayo”, una vez que se termine la obra.