El ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá aseguró que, en México, la transparencia ha florecido y evolucionado gracias al papel constante de las organizaciones de la sociedad civil que se han dedicado exhaustivamente a exigir el cumplimiento del derecho a saber.
“La transparencia es obligación de todos, pero ha florecido y ha evolucionado gracias al papel constante y permanente de nuestros ciudadanos y de los órganos de la sociedad civil; todo lo anterior debe ser un recordatorio que hoy, más que nunca, debemos tener en cuenta que la proliferación de medios de comunicación y el incremento exponencial a la cantidad de información que hoy es accesible a un segmento cada vez más grande de la población, brinda a las instituciones públicas una oportunidad sin precedentes para establecer un diálogo franco y transparente con sus gobernados y las organizaciones de la sociedad civil”, afirmó el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Al participar en el segundo día de la Semana Nacional de Transparencia, en la sede del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el ministro del Máximo Tribunal afirmó que todavía existen muchos retos para el cumplimiento del derecho de acceso a la información, por lo que tiene que seguirse luchando por ellos.
En el marco del Día Internacional del Derecho de Acceso Universal a la Información, González Alcántara dijo que, aunque ha habido avances en materia de transparencia, por ejemplo, en el uso de recursos públicos, todavía hay obstáculos para conocer públicamente otras actividades de los actores políticos, como son los legisladores o los jueces.
“Aún existe una diversidad de actividades del Estado cuyas particularidades son de sumo interés para la población y respecto de las cuales, todos los actores e instituciones involucrados, con el valiosísimo apoyo de la sociedad civil, debemos construir y edificar parámetros para hacerlos accesibles eficaces y eficientes”, afirmó el ministro.
Retos por resolver
Puso como ejemplo dos amparos en revisión que se discuten en la SCJN y que han sido impulsados por organizaciones de la sociedad civil que exigen mayor apertura para conocer y evaluar el papel que desempeñan los servidores públicos.
Uno, tiene que ver con la transparencia parlamentaria, sobre la cual, dijo, la primera sala de la SCJN ha empezado a construir criterios para delimitar y dar densidad al concepto de parlamento abierto y de transparencia legislativa y su papel indiscutible en una democracia constitucional.
“Hay que considerar que los procedimientos parlamentarios donde existe el interés público de acceso a la información, no pueden agotarse únicamente en conocer el resultado de tal o cual procedimiento legislativo; por el contrario, en una democracia funcional, el electorado tiene el interés legítimo y tiene el derecho innegable a conocer el sentido en que se pronuncian sus representantes, pues solamente así se estará en condiciones de ejercer de manera informada sus derechos electorales”, explicó.
El otro ejemplo es el de la transparencia de todas las sentencias judiciales, pues es a través de ellas como los ciudadanos pueden legitimar el desempeño de los juzgadores en México.
“Nuestro Alto Tribunal buscó establecer parámetros institucionales del por qué todas, y hago hincapié, todas, las sentencias deben de publicitarse y es que esta publicidad de las sentencias no solamente es indispensable para los ciudadanos, sino es vital para la función judicial”, dijo.
“Recordemos que la legitimación de jueces, magistrados y ministros, al no provenir de las urnas, sólo puede encontrarse en la materialización concreta de sus funciones: los jueces hablamos a través de nuestras sentencias y es solamente a través de ellas que los gobernados pueden estar en condiciones de conocer nuestro desempeño”, aseguró el integrante de la Corte.
González Alcántara afirmó que estos dos ejemplos de lucha por la transparencia “son fruto de la dedicación exhaustiva y permanente de las organizaciones de la sociedad civil y sin ellos nosotros, los actores institucionales no podríamos haber explorado tan interesantes derroteros”.
KGE