Luis Echeverría Álvarez falleció anoche a los 100 años. Durante su trayectoria política, que incluye la presidencia de México de 1970 a 1976, hubo momentos que marcaron al personaje y aquí te los mostramos.
Echeverría Álvarez murió en su casa de Cuernavaca, en el estado de Morelos, informaron fuentes cercanas. Políticos mexicanos, entre ellos el presidente Andrés Manuel López Obrador, reaccionaron en redes sociales tras conocer la noticia.
Su paso por la historia del país fue marcada por ser considerado una de las mentes detrás de masacres estudiantiles y un ambiente violento durante la década de los 70.
La matanza de Tlatelolco
En 1968, jóvenes y estudiantes en el mundo se movilizaron por inconformidad y en la búsqueda de una revolución. En la Ciudad de México, que en ese año sería la sede de los XX Juegos Olímpicos, se presentó una protesta estudiantil.
Entonces, Echeverría era el secretario de Gobernación, una figura responsable de mantener la estabilidad política del país. Décadas después, según documentos desclasificados del gobierno de Estados Unidos, se supo que en esos años también actuaba como agente de la CIA, bajo el nombre clave de LITEMPO-8.
Tras meses de protestas, la tragedia llegó el 2 de octubre de 1968. En la Plaza de Tlatelolco, en la zona centro de la capital, decenas de estudiantes y civiles murieron en una balacera donde participaron militares y agentes gubernamentales vestidos de civil. Según cifras oficiales murieron unas 25 personas, aunque algunos estiman que al menos 350 fallecieron.
Los temas de seguridad pasaban por la oficina del secretario de Gobernación, pero Gustavo Díaz Ordaz, el entonces presidente y jefe de Echeverría, asumió la responsabilidad de lo sucedido.
Con los años, aparecieron elementos que demostrarían lo contrario: según reportes militares oficiales, al menos 360 francotiradores fueron apostados en los edificios que rodeaban la Plaza de Tlatelolco y dispararon contra los estudiantes.
Uno de los apartamentos desde donde habrían salido algunos disparos pertenecía a Rebeca Zuno de Lima, la cuñada de Echeverría.
En el gobierno de Vicente Fox, se responsabilizó a Luis Echeverría de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968. El político quedó sujeto a proceso penal, convirtiéndose en el primer mandatario mexicano en ser juzgado por un delito y se le dictó prisión domiciliaria. En 2005 fue exonerado.
El 'Halconazo'
En 1971, con la matanza de Tlatelolco todavía reciente, los estudiantes volvieron a manifestarse por inconformidades que surgieron en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Las repercusiones en Monterrey llegaron a la Ciudad de México, cuando estudiantes normalistas anunciaron una manifestación de apoyo a sus compañeros del norte para el 10 de junio de ese año, el jueves de Corpus.
Las autoridades desplegaron un operativo con la policía capitalina, bajo las órdenes del Ejército. La manifestación salió del Casco de Santo Tomás con dirección a la Escuela Nacional de Maestros.
Durante la protesta, llegó el grupo de choque conocido como "Los Halcones", conformado por más de mil jóvenes que llegaron en varios autobuses. Fornidos, con pelo corto, macanas, kendos y armas, atacaron a los estudiantes en la avenida México-Tacuba bajo la observación de los policías, de acuerdo con el escritor José Agustín.
Los manifestantes no lograron defenderse contra el grupo de choque. Una vez que los disturbios cesaron, se reconoció la existencia de muertos y heridos.
Esa noche, Echeverría Álvarez aseguró que no tenía relación con el caso, al acusar que se buscaba desestabilizar su gobierno y debilitar la autoridad presidencial.
"Si ustedes están indignados, yo lo estoy más", dijo Luis Echeverría en entrevista con Jacobo Zabludovsky, y ordenó una investigación "caiga quien caiga".
La guerra sucia
Derivado de la turbulencia a finales de 1960 en México, algunos sectores de la población se radicalizaron y se organizaron en tanto en guerrillas urbanas como rurales.
Entre los personajes con mayor protagonismo en el sector se encuentran Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, además de los hermanos David y Carlos Jiménez Sarmiento.
El escritor José Agustín indicó que, en la década de 1970, los militantes fueron asesinados, torturados, encarcelados o desaparecidos. Mientras que otros, bajo la bandera de la lucha social, cometieron actos de corrupción y otros crímenes.
El periodo de la "guerra sucia" implica la participación de grupos paramilitares antiguerrilla, además de fuerzas represivas coordinadas por la Dirección Federal de Seguridad, la Policía Judicial Federal y la Policía Militar.
"El furor guerrillero de los 70 trajo consigo el aumento de la barbarie del 'aparato de control' con sus sistemas de espionaje e infiltración (…)", indicó José Agustín en el libro Tragicomedia Mexicana.
Entre la violencia ejercida contra los guerrilleros se encontraban golpizas, inmersión en pozos de agua, descargas eléctricas, violaciones, amenazas de asesinatos a familiares y encierros prolongados, entre otros.
Con información de AP.
ROA