El caricaturista Rafael Pineda, Rapé, recibió este domingo amenazas de muerte a través de redes sociales, por lo que denunció públicamente los hechos y dio a conocer el perfil de quien se hace llamar Sammael Guadian Trejo como responsable de los amagos.
“Hago público, ante cualquier cosa que pudiera suceder, que he recibido hoy esta amenaza para mí y mi familia a través de Facebook. Éste es el perfil desde el que me han escrito”, escribió el cartonista de MILENIO en su cuenta de Twitter.
En entrevista con Liliana Sosa y Rafael Gamboa para MILENIO TELEVISIÓN, Rapé dijo que ha tomado la decisión de protegerse y proteger a su familia, sin que ello signifique dejar de trabajar en sus cartones diarios.
“Son dos cosas que cualquier persona que se encuentre en esta situación debe hacer, que es protegerse, por supuesto, y proteger a mi familia, pero yo creo que no debe dejarse pasar este tipo de amenazas, porque vivimos en un país donde eso que dicen de que perro que ladra no muerde, no es del todo cierto”, señaló.
Subrayó que en este país matan a periodistas y por ello hay que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que esto no siga.
Interrogado sobre si hará una pausa en su trabajo con motivo de las amenazas de muerte, Pineda atajó:
“No, yo no voy a dejar de trabajar, yo creo que tenemos que seguir haciendo lo que tenemos que hacer y si a la gente le molesta que nosotros hagamos caricatura, que hagamos parodia, que hagamos una canción y le llevemos serenata a los ex presidentes, en sus estatuas en Los Pinos, o si a la gente le molesta eso, pues es muy grave, me parece muy grave que se quiera defender un sistema, un régimen que a todas luces fue corrupto”, indicó.
Rapé reafirmó su convicción de señalar actos de corrupción y abusos como parte de su trabajo.
“Ese es mi trabajo, señalar la corrupción, señalar a los abusadores a los que nos han estafado, pues hacerlo con mis cartones, diario, en MILENIO, en la revista El Chamuco, en el programa también, entonces creo que eso es lo que tenemos que seguir haciendo”, agregó.
RLO