Es el partido en el gobierno y el que más militantes tiene en todo el país: 3 millones 100 afiliados hasta noviembre de 2017, antes del triunfo de Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, Morena cuenta con el padrón menos confiable: 79 por ciento de sus registros tiene inconsistencias.
Solo 21 por ciento de los registros cuenta con algún tipo de documento para verificarlo, lo cual hace que el Sistema Nacional de Afiliados, conocido como Sirena, “no se pueda validar como fuente de información certera”.
Así lo revela el informe que entregó el 29 de enero Yeidckol Polevnsky a los magistrados del Tribunal Electoral para justificar la solicitud de prórroga de la reposición del proceso interno que venció el 30 de enero. La prórroga plantea un periodo de hasta 12 meses para concluir el proceso de afiliación, ratificación y credencialización de la militancia.
Incluso, esta misma semana arrancará del proceso de credencialización en el país y particularmente en Coahuila e Hidalgo, donde habrá elecciones este año, con la advertencia de Polevnsky de que no entregará el nuevo padrón para evitar su mal uso.
En la crisis que vive Morena en la disputa por la dirigencia nacional y la definición sobre quién controlará la selección de candidatos en el proceso electoral de 2021, Polevnsky reveló que fue imposible auditar el padrón ante la falta de soporte; desde documentos, hasta la firma de interesados.
Acusó que el grupo que encabeza Bertha Luján de buscar ratificar a Alfonso Ramírez Cuéllar como dirigente interino de Morena; además, está la intención de “ver cómo rescatan el padrón anterior, porque es el que tienen totalmente manipulado”.
En su solicitud de prórroga justificó ante los magistrados la negativa de reponer el proceso interno y la solicitud que hizo el diciembre para que sea el INE —a través de su aplicación— el encargado, así como un formato con candados de seguridad como un código hexadecimal, y no solo una credencial que se entrega en el momento de la afiliación, a fin de blindar el proceso.
En el informe entregado a los magistrados, la víspera de que venciera la prórroga para la reposición del proceso interno, argumentó que la entrega del Sistema Nacional de Afiliados carecía de integridad y certeza.
“Presenta inconsistencias de validación en datos generales, así como claves de elector, por lo que no se puede garantizar que estarán contemplados todos los protagonistas del cambio verdadero, ya que una diferencia puede resultar en la imposibilidad de encontrarse en el padrón o del uso de sus identificaciones originales, pues en esos casos los registros arrojarán datos que no correspondan”.
En el registro de militantes encontrado en Sirena se halló que había 3 millones 72 mil 673 registros, de ellos, 398 mil 914 fueron dados de alta después de noviembre de 2017. Además, 7 mil 891 estaban duplicados.
El padrón fue controlado por Gabriel García hasta que en agosto de 2018 solicitó licencia a Morena para asumir como senador y posteriormente como coordinador de Programas Integrales de Desarrollo. Fue un año después que entregó la Secretaría de Organización y el control del padrón.
Se intentó hacer una auditoría, pues el Consejo Nacional había aprobado que fuera con ese padrón como se realizara el proceso interno del 30 de noviembre. Polevnsky argumentó a los magistrados que ocho integrantes del CEN, afines a Gabriel García y a Bertha Luján, validaron el padrón para hacer las asambleas distritales.
Sin embargo, Morena se quedó sin secretario de Organización con la renuncia de Leonel Godoy, mientras que el grupo con Ramírez Cuéllar se encuentra en proceso de ratificación por el INE e impugnado ante el Tribunal Electoral, por lo que camina por dos rutas contrapuestas.