Ante muertes a causa de covid-19, faltan crematorios en grandes ciudades de México

El presidente de la Asociación de Propietarios de Funerarias y Embalsamadores de la CdMx dijo que en el Valle de México sí hay suficientes hornos, pero si la pandemia regresa a números como los de mayo se deben abrir más.

La queja constante es que no hay permisos para abrir más hornos crematorios. (Omar Franco)
Es mucha la carga de trabajo que han vivido en los últimos meses los hornos crematorios existentes. (Omar Franco)
Francisco Mejía
Ciudad de México /

“Si viene otra ola de esta pandemia del coronavirus o peor, pues vamos a colapsar en cremaciones, peor que en mayo…”. Esta no solo es una declaración. Es un hecho. “En días pasados, sobre todo en mayo, no había espacios, horarios, había veces que teníamos que esperar cinco o seis días para poder cremar”.

Esta es la opinión de Salvador Ascencio de Velatorios Ermita en Iztapalapa. La alcaldía con más muertos y contagios de la Ciudad de México.

Sin embargo, la queja constante es que no hay permisos para abrir más hornos crematorios. Una solicitud se pierde en firmas, documentos y tiempo de espera.

El presidente de la Asociación de Propietarios de Funerarias y Embalsamadores de la Ciudad de México, David Velez, tiene el pulso en la mano de lo sucedido en esta pandemia en materia de cremaciones.

De entrada acepta que en el Valle de México sí hay suficientes hornos. Pero, anticipa que "así como camina la pandemia en estos días, si regresamos a los números de mayo o junio, indudablemente se tendrían que aperturar más hornos crematorios".

Y, desgraciadamente, parece tener razón por los números oficiales que hay de contagios y muertes. Son cifras en ascenso.

“Lamentablemente un cuerpo tarda de dos a tres horas en cremarse, entonces los espacios por horno son de alrededor de seis cuerpos que entran a la cámara de combustión y en la Ciudad de México contamos con 24 hornos crematorios, entonces sería insuficiente”.

Otra voz autorizada para hablar sobre la carga de trabajo que han vivido en los últimos meses los hornos crematorios existentes es el vicepresidente de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias, Roberto García.

Su descripción apabulla. “Hay ciudades con menos capacidad instalada de cremaciones, como Tijuana y hace poco Ciudad Juárez, Chihuahua, que han sido los puntos más rojos que hemos tenido en cuestión de la cremación.

“En Tijuana había lista de espera de hasta de tres semanas; en Ciudad Juárez hace un mes, también teníamos lista de espera para realizar una cremación de dos a tres semanas, entonces para nosotros eso es un punto rojo”.

El problema se ubica en las grandes ciudades. “Ciudad de México, sin duda; Guadalajara, Monterrey, todo el país sufre por la falta de crematorios, Veracruz no se diga el puerto de Veracruz se saturó bastante en la parte de cremación”.

Fue precisamente en mayo, cuando el propietario de Funerales Juárez, aledaño al Hospital Juárez de México, Javier Rodríguez alertó a MILENIO “tenemos la necesidad de ir a cremar más lejos: Acolman, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec y Tultitlán, porque aquí los hornos de Ciudad de México, públicos y privados, están saturados”.

Se vivió sobrecarga de trabajo, tal y como lo aceptó en su momento el coordinador de Panteones en Cuajimalpa, Raúl Peñaloza. Informó al reportero que el horno crematorio de Palo Alto en Cuajimalpa, -espacio de máxima demanda- sus dos hornos operaban las 24 horas del día.

Su carga de trabajo, según lo declarado por el funcionario, era excesiva: se realizaban hasta 40 servicios diarios.

Otro problema es la falta de mantenimiento que no han podido recibir esos hornos crematorios por lo mismo: al exceso de incineración de cuerpos.

Roberto García, pone un solo ejemplo del colapso que podría verse en los próximos días en el Panteón Civil San Isidro en Azcapotzalco “no ha podido parar para dar ese mantenimiento”. Y así están muchos de los hornos que hay en el país, sobre todo en las grandes ciudades.

Aunque lo anterior no sucede en todos. Es el caso del Panteón Civil de Dolores, donde de febrero a diciembre de este año, presuntamente se gastan mensualmente en “mantenimiento preventivo y correctivo” de sus cuatro hornos alrededor de 420 mil pesos.

El funcionamiento de un horno crematorio, requiere, entre otros permisos y estudios, el de impacto ambiental al día. Por aquello de la contaminación por el humo que expulsan los cuerpos. Y más si son cuerpos que rebasan los 120 kilos.

En los momentos álgidos de la pandemia que para las empresas funerarias fue mayo y junio pasados, hubo crematorios que lanzaron humos negros por sus chimeneas. Ello pese a la existencia de la norma NADF-017-AIRE-2017 que data de julio del 2018 en la capital del país.

Situación que representó una agresión a los vecinos, como fue el caso, entre otros muchos, en el país de la Funeraria Uribe en la colonia Proletaria Guadalupe en la alcaldía de Gustavo A Madero.

Los vecinos salieron a las calles a protestar y bloquearon calles y avenidas, entre ellas la del Eje Central. La protesta funcionó y al final el horno crematorio fue cerrado.


Pero su propietario no quita el dedo del renglón, según lo denuncia ahora Aurelia Rosendo Pérez, abuela de un menor de edad que duerme en una recamara, cuyo muro de la cabecera de su cama se calentaba cuando cremaban.

Nuestros entrevistados coinciden: una ola pandémica como la vivida en días pasados o mayor pondría en focos rojos el servicio de cremaciones. Para ellos, quedó demostrado que los hornos existentes son insuficientes.

En México los trámites de apertura de un horno crematorio, varían de un estado a otro o incluso de un municipio a otro. “Si sales al Estado de México a Nezahualcoyotl o Chalco, cualquiera de las áreas conurbadas ya hay permisos”, según Salvador Ascencio de Velatorios Ermita.

Opinión parecida entrega el dirigente de funerarias en la capital del país, David Velez, ”tenemos el apoyo de hornos crematorios que están aledaños a la Ciudad de México”.

A nivel nacional, igual. Roberto Garcia, expone “para atender una crisis se requieren más crematorios y para instalar más crematorios la autoridad sí requiere dar esos permisos con mayor agilidad”.

Acepta que un permiso de ese tipo no es lo mismo que para otro tipo de negocio. Entregar un crematorio, representa un riesgo de inseguridad pues podría caer en manos criminales.

Pero existen empresas en el país, cuya responsabilidad puede ser acreditada, defiende el vicepresidente. “Solicitamos a las autoridades que sean más expeditos en la forma de poder dar autorización para crematorios”.

Con la vuelta del incremento en muertes el empresario, remata “en México existe mucha burocracia para abrir un crematorio y eso desinhibe la inversión de empresas funerarias”.

La saturación de cremaciones fue un hecho inédito en el país. Hubo hornos, como el del panteón de San Nicolás Tolentino en Iztapalapa, donde antes de la emergencia se cremaban 5 cuerpos al día con la pandemia, subió a 20 o más.

ledz

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