Afuera de Metro Revolución se encuentra una pequeña ofrenda en memoria de Kaory Cantarero, una mujer trans hondureña de 27 años fallecida en México, quien después de permanecer varios días en la Funeraria Rudiño, alcaldía Venustiano Carranza, pudo ser repatriada a su país de origen.
“Fue una amiga y compañera muy cercana, me duele su partida. Dios sabe porque se fue al otro plano espiritual. Le hicimos este pequeño memorial porque aquí era nuestro lugar de trabajo, donde todos los días reía y convivía. Nunca me moví de la funeraria, porque sé que es la última vez que la veo y porque a veces hay que sustituir el lugar de una madre que está lejos”, relató Esther, trabajadora sexual y amiga de Kaory en entrevista con MILENIO.
Por la violencia, Kaory huyó de su país a los 17 años. En México, se enfrentó a la discriminación y falta de recursos que la llevaron a ser trabajadora sexual. Familiares y amigos la recuerdan como una persona alegre y espontánea, “que llenaba de color el ambiente”. De acuerdo a los testimonios de sus compañeras, en la madrugada del martes entró en delirios auditivo, visuales, tremens y finalmente sufrió un infarto; tenía adicción al alcohol.
“José María (Kaory) se me fue porque la verdad me le habían dicho que lo iban a matar, lo amenazaron a muerte, me lo discriminaban muchísimo. Fue un lindo niño, él era muy atento. Para mi cumpleaños, era el primero que me daba regalos. En Honduras están sus siete hermanos esperándolo y su padre”, refirió Gloria Esperanza Regalado, madre de Kaory, quien se encuentra residiendo en España.
Ante la falta de apoyo por parte de la cancillería hondureña, la activista y fundadora del refugio Casa de las Muñecas Tiresas, Kenya Cuevas, se hizo cargo de los trámites para que su cuerpo no acabara en una fosa común, "el consulado argumentó que no puede costearlo una vez ya se veló el cuerpo”.
“Según la embajada, una vez el cuerpo es trasladado y se contratan servicios funerarios, la cancillería hondureña ya no puede costear la repatriación. La Fiscalía de Género del Estado de México, que hemos trabajado en muchos casos, como familia elegida nos dio el cuerpo y atención. Nos pidieron la funeraria y todo eso se gestionó en el estado, ya que ella murió en Los Reyes La Paz”, señaló Cuevas.
Aseguró que el cónsul negó todo el servicio y que no podía intervenir, “porque había una ley en la cancillería que indicaba que si ya existía un trámite funerario, ya no pueden pagar el regreso a su país”.
Después de casi una semana, este viernes su cuerpo finalmente pudo ser repatriado gracias a la Casa de Muñecas y la Cruz Roja internacional. Sus amigas que estuvieron todos los días en la funeraria, la despidieron con flores y música; un adiós que le hubiera gustado presenciar".
"Llevamos cuatro días buscando la repatriación, por fin se logró. Si no se lograba, yo la tenía que enterrar, ya tenía el permiso para la inhumación. A las 2 de la tarde que llegó la carroza, a esa hora me avisó la organización internacional que ya no la enterrara, porque sí iba a pagar, entonces cancelé todo", comentó.
Kenya externó estar molesta, al mencionar que todo este atraso se derivó por ser una mujer trans con adicciones y por ello, calificó el hecho como "una criminalización estructural que tenemos en el país".
De acuerdo con la Fundación Arcoíris, una organización social enfocada en el análisis de la sexualidad dentro de la región Latinoamericana y del Caribe, entre mayo de 2020 y abril de 2021, ha habido un total de 87 crímenes contra la comunidad LGBT+. Aunque MILENIO contactó al cónsul hondureño para dar su postura, no hubo respuesta.
LG