El próximo 1 de septiembre se cumplirán 40 años de la decisión del entonces presidente José López Portillo de expropiar y nacionalizar el sistema bancario, medida que duró ocho años, pero causó que el sector perdiera más de 30 años de constante crecimiento, coinciden investigadores.
Gustavo Del Ángel, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), aseguró que esto representó un cambio importante de la economía en la historia política de México y que evidencia los abusos del poder público.
En conferencia organizada por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Del Ángel explicó que 90 días después del anuncio, con el cambio de gobierno, Miguel de la Madrid decidió no revertir la medida y mantener la banca en manos del Estado, aunque sí se hicieron cambios sobre el primer decreto de expropiación como indemnizar a banqueros.
“El sistema financiero pasó de ser de propiedad privada, al menos en su mayoría, a ser compañías paraestatales, eso repercutió en aseguradoras y casas de bolsa; también en el ámbito político que trajo una ruptura entre el gobierno y el sector privado que, si bien se había mantenido un acuerdo de que los empresarios no se meterían en la política, después de este hecho un grupo se volcó sobre el activismo a raíz de la expropiación”, dijo Del Ángel.
Roberto Vélez Grajales, director del CEEY, dijo que por decisión de nacionalizar la banca se debe realizar una evaluación sistemática de propuestas, iniciativas, leyes y acciones del sector público.
“El CEEY se fijo como fin aportar conocimiento que permita mejorar las condiciones de vida de los mexicanos”, comentó.
El historiador Enrique Krauze publicó en Nexos que con la nacionalización el gobierno adquirió 37 bancos privados, por lo que se convirtió también en accionista (en algunas como mayoritario) de al menos 100 empresas del país como El Palacio de Hierro y Grupo Bimbo.
Por lo anterior, el gobierno se comprometió a pagar en un plazo de 10 años alrededor de 144 mil 440 millones de pesos. Esto solo por el costo de la propiedad, pero que se incrementó por la reposición de valores.
En el caso del pago a accionistas, éste ascendió a 64 mil 737 millones de pesos. Quienes más recibieron fueron los de Banamex, con 19 mil 375 millones de pesos; Bancomer, 18 mil 967 millones, y Banca Serfín, con 6 mil 740 millones de pesos.
A la par, Gustavo Del Ángel explicó que 1982 fue un año importante para América Latina porque en ese año estalló la crisis de la deuda, justo cuando México declaró la moratoria a la pago externo luego de un proceso acelerado de endeudamiento en los años previos a la par de los países de la región, lo que resultó en un impacto para el sistema financiero mundial.
En aquel momento los países de América Latina sostenían la esperanza de que el precio del petróleo, por el cual estaban respaldadas las economías, iba a repuntar en algún momento.