A tan solo unos días de que se realice el cierre hidráulico de la presa Libertad, ejidatarios de la comunidad El Alto, de Montemorelos, acudieron a las instalaciones de Agua y Drenaje de Monterrey para negociar, una vez más, la indemnización a cambio de sus propiedades.
Ayer, 10 habitantes del poblado recibieron nuevamente un ofrecimiento económico para desalojar sus tierras y poder colocar las compuertas del embalse para que el agua comience a ser almacenada.
Sin detallar cantidades, los ejidatarios expresaron a la plataforma MILENIO-Multimedios que la oferta les sigue pareciendo injusta como hace tres años.
Relataron que ni Agua y Drenaje ni Conagua les han explicado cuál fue el método o en qué se basaron para valuar sus propiedades.
De lo que sí están seguros, es que solo les tomaron en cuenta los metros cuadrados de la propiedad, más no las hectáreas donde se dedicaban a la agricultura y la ganadería.
La comunidad de El Alto es un ejido que está ubicado justo en medio del vaso de la Presa, por lo que los solares y los tejabanes quedarán algún día bajo el agua, y ya no podrán ser habitados.
Tras varias horas en las oficinas de la colonia Obispado, los ejidatarios regresaron a su comunidad con las negociaciones aún abiertas, aunque reconocieron que difícilmente les mejoren la oferta.
Alistan presa Libertad entre temor de ejidos en Linares y Montemorelos
A unas horas de que el presidente Andrés Manuel López Obrador encabece el cierre hidráulico de la presa Libertad y el embalse comience a captar agua del río Potosí, habitantes de las zonas aledañas advirtieron que el cauce se encuentra totalmente seco.
Acompañados del señor José María, un habitante del ejido La Osada, la plataforma MILENIO-Multimedios realizó un recorrido por el río para observar las condiciones actuales, días antes de que el afluente sea obstruido en su totalidad por las compuertas de la presa Libertad.
¿Cómo ve las cosas hoy en día?
Pues yo pienso que, en primera instancia, toda la vegetación que hay en el lecho del río se va a secar, va a morir, además, los mantos acuíferos se van a secar y al rato nos va a faltar el agua hasta para tomar, no solo para los animales.
Ya tenemos tiempo de padecer la falta de agua y aunque nos manden pipas, no es lo mismo. Nosotros ya no podemos dedicarnos a la agricultura, porque si sigue seco, pues no se va a lograr la cosecha, solo queda pedirle a Dios para que llueva.
Con el río prácticamente seco, el pronóstico de captación no es favorable; se espera un panorama más complicado para los pobladores La Osada, Buena Vista y otras comunidades.
“Va a estar peor, yo sé lo que le digo. El agua ya no nos va a llegar, ya ahorita lo que queremos es que, aunque sea en temporadas cortitas nos dejen el agua para que se rellenen los charcos, pero ni eso”, relató la señora María Isabel Macías, habitante de La Osada.
María Isabel sabe que se necesitará un fenómeno meteorológico para que el río Potosí vuelva a llevar agua a sus parcelas.
“El río siempre vivía con agua, siempre, apenas quería secarse y volvía a llover, era raro que estuviera seco. No tenía que llover tan fuerte, el agua caía, con que lloviera en la sierra. Hay recuerdos muy bonitos de este río, yo recuerdo que venían las familias hasta a pescar, pero de eso ya no queda nada, puros recuerdos bonitos”, agregó.
Mientras los habitantes de esta zona ven un difícil panorama, la presa Libertad registra 60 por ciento de avance, con la fecha del 26 de julio anunciada para la inauguración de la cortina por el gobernador Samuel García el pasado 13 de este mes.