Luego de cuestionar la figura la semana pasada, el secretario general de Gobierno, Manuel González, afirmó ayer que buscarán un punto medio que permita a los médicos ejercer la ‘objeción de conciencia’ y garantizar la atención para todos los ciudadanos de Nuevo León.
El funcionario confirmó que dialogó con el ex diputado local Juan Carlos Leal, promotor de la iniciativa, a fin de destrabar las observaciones que el Estado presentará sobre la Ley de Salud aprobadas por el Congreso local.
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“En el caso de la Ley de Salud, yo lo he platicado inclusive con el diputado con licencia, que fue el que promovió eso, y lo he dejado muy claro desde la primera vez que hablamos: nosotros consideramos que lo más importante es que logremos hacer convivir y coexistir el derecho individual del médico a la objeción de conciencia y el derecho natural y generalizado, derecho a la salud de todos los mexicanos.
“Y para ello nosotros tomamos el ejemplo de la Ciudad de México. El Gobierno de la Ciudad de México, con su Cámara de Diputados, modificó la Ley Federal y estableció con toda precisión que podían coexistir los dos derechos”, sostuvo González Flores.
Esta postura contrasta con la manifestada en primera instancia por el funcionario, que calificó la reforma de discriminatoria.
No obstante, cuestionado ayer sobre el tema, dijo que tomarán el ejemplo de la Ciudad de México, donde los legisladores dejaron abierta la puerta para que los médicos pudieran objetar y, a la vez, garantizar que cualquier derechohabiente de la capital tendrá acceso a los servicios de salud.
“Lo que no puede hacer el Estado es negar su tutelaje. El Estado siempre tiene que tener la tutoría de decidir que el derecho a la salud tiene que darse, en este caso a todos los neoleoneses.
“¿Cómo podría ser eso? En lo personal yo pienso que ni deberíamos estar discutiendo esto, porque los médicos hacen su Juramento Hipocrático y con ello se comprometen a atender en la salud a todos los seres humanos vivientes. Bueno, ya estamos discutiendo, dentro de ello vamos a respetar el derecho que tiene un médico a la objeción de conciencia y decidir si atiende o no con su conciencia”, precisó.
La intención, explicó González Flores, es evitar un precedente de división entre los profesionales de la salud, y, a la vez, encontrar la manera en que ambas corrientes de pensamiento coexistan sin afectar a los ciudadanos.
Una vez vetada la reforma requiere el sufragio a favor de dos terceras partes de los diputados locales para ser publicada por el Ejecutivo y así entre en vigor.