Pese a los 30 reos y custodios heridos en una riña en el Cereso de Topo Chico, y la protesta de sus familiares, el Gobierno de Nuevo León minimizó y descartó que haya habido descontrol y abusos en el operativo de traslado de 501 reclusos de los tres penales.
En entrevista al término de la reunión diaria de seguridad en Palacio de Gobierno, Manuel González Flores, secretario general de Gobierno, informó que tres horas después de los enfrentamientos y del traslado se registró una muerte de un interno por un infarto.
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“No, no se salió de control (...) los propios reos, siguiendo los protocolos que existen cuando suceden estas cosas, salieron a los patios del propio penal para no involucrarse en la riña, y en los grupos que estaban con la misma riña ”, dijo.
Minimizó los posibles abusos de los elementos policíacos a los reclusos, mismos que fueron videograbados, incluso donde aparecen apuntando.
“No hubo abuso, de los 18 lesionados ninguno tiene lesiones que tarden 15 días en sanar, y aún si hubiera sido así, está primero el honor de los policías y el de sus familias ”, expresó González Flores.
El secretario general de Gobierno señaló que no hubo reporte de familiares detenidos o daños a vehículos tras protestas que se realizaron afuera del penal Topo Chico.