Los tres amigos retomaron los encuentros frente a frente. México, Estados Unidos y Canadá reanudaron las cumbres trilaterales entre sus líderes, luego de cinco años de un impase, provocado por el republicano Donald Trump.
El encuentro en Washington D.C. permitió que los tres vecinos de Norteamérica, juntos y por separado, conversaran de los temas que les preocupan, como la pandemia de covid-19, la integración económica de la región, el desafío de atender las causas de la migración y el combate al cambio climático.
“Nuestra visión para Norteamérica a futuro se basa en nuestras fuerzas compartidas y en la democracia en nuestras poblaciones”, dijo el presidente Joe Biden.
“Somos tres países que tienen vínculos fuertísimos de amistad, con nuestra visión, nuestros valores, nuestros principios”, comentó el primer ministro Justin Trudeau.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que “lo más conveniente es fortalecer nuestras economías. Fortalecemos comercialmente en América del Norte y todo el continente. Las ventajas son muchas, entre otras, contamos con fuerza de trabajo joven y creativa, con desarrollo tecnológico y con una gran riqueza de recursos naturales. La distancia de nuestros países nos permite ahorrar en transporte y existe suficiente demanda en nuestros mercados”.
El mandatario mexicano, como acostumbra en sus giras de campaña y presidenciales, fue arropado por decenas de simpatizantes, que lo esperaron en cada una de sus entradas y salidas para expresarle su apoyo.
Son migrantes que, en lo individual o en grupo, decidieron acudir a echar porras, levantar pancartas, ondear banderas o entonar una canción, acompañados por mariachis que vinieron desde Nueva York.
“Quiero (decirle a) López Obrador que ya no haya delincuentes, que no haya más violencia en los transportes públicos allá en México. Quiero, López Obrador, que ya pare esa violencia, y ahorita en lo que estoy viendo va bien México, va bien todo”, apuntó Robert, quien es un migrante residiendo en Estados Unidos.
Raúl Jasso, otro migrante, afirmó que acudió a Washington a ver a
López Obrador, a quien calificó como “el mejor presidente de México y el segundo del mundo”. Explicó que, si hubiese tenido la oportunidad de hablar con él, “le diría que ayude más a Guanajuato, Jalisco y Michoacán de lo contaminado que estamos con el crimen organizado”.
El primero de los encuentros del día fue con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a quien López Obrador dio un tour por el Instituto Cultural Mexicano en Washington, un inmueble histórico, donde, además de tomarse muy buenas fotos del recuerdo, conversaron del plan para lograr el bienestar y fraternidad en el mundo, presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada, según informó el gobierno mexicano.
“Es un gran placer el estar aquí con el Presidente de México. Muchas cosas geniales de qué hablar, muchas cosas en las que coincidimos y estoy esperando sentarme a hablar con él”, dijo Trudeau.
“Estamos muy contentos de encontrarnos con el primer ministro Trudeau y, como ya lo mencioné, somos pueblos, naciones hermanas que estamos muy cerca, pertenecemos a América del Norte y tenemos muchas cosas en común”, apuntó el Presidente en su intervención inicial.
La comitiva mexicana, encabezada por el presidente López Obrador, en la cual figuro Hugo López-Gatell, que sigue partiendo plaza entre sus seguidores, se trasladó a la Casa Blanca para la reunión con la vicepresidenta Kamala Harris, quien hace cinco meses visitó México, por lo que no hubo novedad en este reencuentro presencial.
“Quiero agradecerle nuevamente, por la calurosa bienvenida que me dio cuando visitamos la Ciudad de México, hace algunos meses. Esta reunión es una continuación de la conversación en curso”, sostuvo la vicepresidenta.
Mientras que el mandatario mexicano coincidió en que se han llevado muy bien durante sus interacciones, y la relación también ha sido buena “desde que estuvo en México, que hablamos de temas, hemos continuado trabajando de manera conjunta”.
Uniformada, la comitiva mexicana, portó unos cubrebocas verdes de tela, que en apariencia no parecían de buena calidad. Sólo el Presidente llevaba uno quirúrgico, más ad hoc para cada uno de sus encuentros.
La última reunión bilateral que tuvo el Presidente mexicano fue su homólogo estadunidense, Joe Biden. En el encuentro, Biden reiteró que para su gobierno la relación con México es entre iguales y no más como el país del sur.
Sin permitir que la intérprete tradujera de manera simultánea, López Obrador habló por nueve minutos seguidos sobre lo que dijo, ya había discutido previamente con el presidente estadunidense: la buena relación entre Juárez y Lincoln, la de Lázaro Cárdenas con Roosevelt y el respaldo a la reforma migratoria enviada al Congreso de ese país.
“Creo que es una nueva relación, una relación emergente que se basa en respeto mutuo. El próximo año se van a celebrar los doscientos años de una relación entre ambos países y vamos también a celebrar, no solamente los valores compartidos, sino las relaciones familiares que han unido a nuestros pueblos durante tanto tiempo, y vamos a forjar un futuro provisorio.
“Señor Presidente, muchísimas gracias por el compromiso que usted tiene con la relación entre ambos países y espero que podamos hablar de diferentes temas y establecer una relación mucho más estrecha. La primera de muchas reuniones”, comentó Biden.
López Obrador destacó que posee un compromiso con los migrantes mexicanos y “los compromisos se cumplen”. Recordó que hace unos días, en Nueva York, prometió que plantearía su beneplácito por la iniciativa de Biden al Congreso, para regularizar la situación migratoria de 11 millones de personas.
Para los periodistas, a la novena Cumbre de Líderes de América del Norte le faltó el ingrediente final. La cereza que endulzaba las cumbres anteriores, la rueda de prensa conjunta en la que, durante 45 y 90 minutos, reporteros de los tres países podían hacer preguntas a los tres mandatarios sobre los temas abordados o coyunturales.
En esta ocasión, por separado, México y Canadá convocaron a conferencias al terminar la cumbre. En la Embajada mexicana, el canciller Marcelo Ebrard y el embajador Esteban Moctezuma hicieron el balance para México. Mientras que en la embajada canadiense, el primer ministro Trudeau hizo lo propio.
El Presidente terminó su gira por Washington D.C., desde donde regresa a México hoy, en el que fue un día caluroso para ser otoño en la capital estadunidense y cálido, al menos en lo público, entre los tres amigos de Norteamérica.
“Compartimos un gran potencial con los talentos de nuestra gente. Entonces, hoy es sobre lo que podemos hacer en conjunto y respeto mutuo, para fortalecer nuestra región y probar que la democracia puede dar resultados en la segunda mitad del siglo XXI”, detalló Biden.
“Quiero agradecerle, presidente Biden, por ser el anfitrión de la primera reunión desde 2016, cuando le di la bienvenida a los líderes en Ottawa. Es un verdadero placer estar reunido aquí, con amigos, con usted y con el presidente López Obrador”, celebró Trudeau.
“Seguramente coincidimos que nos tocó vivir tiempos interesantes, de adversidad y desafíos, pero es así como emerge la creatividad y la pasión para transformar y hacer historia”, concluyó López Obrador.