Bajo el argumento de “limar asperezas” con integrantes del Tribunal Electoral, la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, organizó una cena privada en diciembre pasado con magistrados electorales, a los que acercó con Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI.
A través de mensajes de WhatsApp, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) advirtió a sus convocados que tenía mucho que decir. Al encuentro, de manera paralela fueron invitados el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, y el coordinador de la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez, Santiago Creel.
Los asistentes a la cena realizada el 12 de diciembre del año pasado confirmaron que la reunión se llevó a cabo un día después de la renuncia del entonces presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón; sin embargo, fueron sorprendidos con la presencia del dirigente tricolor, Alejandro Moreno, cuya asistencia no les fue anunciada de antemano.
Las comunicaciones entre la ministra y los asistentes a la reunión privada muestran que Piña Hernández reconoce que tenía un acuerdo con Rodríguez Mondragón para que se mantuviera en su puesto hasta la conclusión del proceso electoral.
La cena tuvo lugar en la casa del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, ubicada en Paseo de la Reforma, Lomas de Chapultepec.
Un par de meses antes, el ministro González Alcántara Carrancá participó en una marcha impulsada por organizaciones ciudadanas que apoyan la candidatura de Xóchitl Gálvez, cuyo tema era la defensa de los trabajadores del sector judicial.
De acuerdo con los datos recabados, Piña invitó y consiguió que asistieran cinco integrantes de la cúpula judicial: los magistrados electorales Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Fuentes Barrera y Mónica Soto Fregoso, además de dos ministros de la Corte, en un encuentro que buscaba restaurar el ambiente de trabajo.
Pero la presencia de Moreno, según testimonio de algunos asistentes a la cena, fue interpretada como un albazo y una expresión de apoyo a la coalición integrada por PAN, PRI y PRD, a pesar de que finalmente no asistió Santiago Creel, quien desde agosto de 2023 había aceptado ser jefe de la campaña presidencial del Frente Amplio por México, como se llamaba entonces la alianza Fuerza y Corazón por México, que impulsa a Gálvez.
Entre las comunicaciones compartidas, la ministra presidenta recordaba que el distanciamiento con los magistrados electorales se había gestado luego de que negaron su apoyo a Rodríguez Mondragón, por lo que les pidió dar vuelta a la página: “A estas alturas de mi vida lo único que me interesa es la tranquilidad de mi conciencia”.
Pero esto fue interpretado por los magistrados como una presión para que acudieran a la cena privada. Piña insistía: “Tengo mucho qué decir”, planteó.