Normal de Ayotzinapa, entre novatadas y autogobierno de alumnos

La CNDH señaló que estudiantes de la escuela tienen un poder paralelo al de las autoridades y obligan a los nuevos alumnos a comer mal, trabajar mucho y dormir poco.

Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. (Archivo)
Adyr Corral
Ciudad de México /

Al interior de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, mejor conocida como Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, impera un autogobierno de los estudiantes, un aspecto determinante para comprender los hechos acontecidos hace cinco años en Iguala.

​Dicho autogobierno o estructura paralela a las autoridades escolares tiene un orden jerárquico en forma piramidal, de acuerdo con investigaciones hechas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Entre sus múltiples ocupaciones, está el adoctrinar ideológicamente a los estudiantes de nuevo ingreso a los que se les obliga, bajo pena de expulsión, a realizar actividades físicas en condiciones que tienen rasgos paramilitares.

Como parte de las acciones que realiza el autogobierno normalista de Ayotzinapa, está la imposición del fenómeno conocido como semana de prueba, en donde los estudiantes de nuevo ingreso son sometidos a procesos de selección, en los que se les exige jurar lealtad absoluta.

Las semanas de prueba han sido descritas por algunos aspirantes como “torturas físicas, sociales y psicológicas”, como consta en la propia recomendación 15VG/2018 “CASO IGUALA”.

Entre algunas de las actividades impuestas por los normalistas a los aspirantes, para acceder a los estudios magisteriales, sin importar si aprobaron las pruebas académicas o no, está comer mal, trabajar mucho y dormir poco. Esto se repite en prácticamente en todas las normales rurales del país.

En la recomendación de la CNDH se documenta que les obligan, entre otras cosas, a correr por las madrugadas gritando consignas que deben memorizar, les racionalizan el alimento a una cucharada de frijoles y dos tortillas, les hacen meterse en pozos con agua sucia, raparse, botear (pedir dinero) e incluso palear estiércol. Quien supere la semana de prueba está dentro; el que no, regresa a casa.

La Normal de Ayotzinapa ha estado históricamente ligada a la guerrila y a movimientos subversivos que recurrieron a las armas. Tanto, que uno de sus egresados más destacados es Lucio Cabañas, líder del grupo armado Partido de los Pobres en la sierra de Guerrero.

RLO

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