El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Castro, señaló que "los obispos no son oposición de nadie" esto al relatar los encuentros con personajes políticos que visitaron su Asamblea General.
En un mensaje con motivo de la CXIII Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el presidente de este órgano detalló que durante las ponencias de los invitados como los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López; la de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez; y el director general del IMSS, Zoé Robledo, los obispos de México se dedicaron sólo a escuchar y no reaccionar.
"Cómo lo dije a quienes nos visitaron, que los obispos de México no somos oposición a nada ni a nadie, sino que queremos mantener siempre vigente nuestra intención, el Papa Francisco lo ha dicho 'Diálogo, diálogo, diálogo'".
Además, revelaron que el secretario de Gobernación expuso ante los obispos que la militarización del país será provisional y sobre la reforma electoral, les reiteró que el INE no desaparecerá, sólo se busca "retirar lo que no sirve".
El presidente del CEM explicó que el mensaje sobre la reforma electoral fue emitido desde un ambiente de respeto; sin embargo, detalló que "nosotros lo que hacemos es pronosticar un riesgo, porque cuando modificas seriamente una institución tienes que medir consecuencias a corto y largo plazo".
El también arzobispo de Monterrey dijo que las instituciones de poder son siempre necesarias y cualquier cambio radical "tiene que ser dialogado, perfeccionado".
Sobre el INE, el líder de los obispos de México dijo que "lo que queremos es que haya un árbitro, eso es lo único, que haya un árbitro que pueda con mucha puntualidad dirimir las dificultades que siempre existen en los litigios en torno a los procesos electorales".
Sin embargo, detalló que los obispos de México seguirán lo expresado en la ley Canónica y respetarán las leyes de no intromisión en lo relacionado con partidos, sabiendo que tienen que mantener la neutralidad.
De parte de los obispos que conforman la CEM, su presidente detalló que no se valdrán de su posición religiosa para influir de manera mal intencionada en el pueblo; "creemos que las instituciones se mantengan vivas con sus correcciones que naturalmente se requieran".
"Los obispos sabiendo de esta pluralidad que hay en el país y también que los católicos están presentes en todas partes, en todos los partidos de México, por eso nuestra palabra quiere ponerse más allá de las diferencias político partidistas más allá de cualquier diferencia que tenga el país. Porque queremos ser puente y no irnos a ninguno de los extremos, es nuestro deber poner en el centro, la escucha y el diálogo".
Sobre la marcha en defensa al INE, prevista para el 13 de noviembre, los líderes católicos fueron enfáticos al señalar que ellos "no son promotores ni somos animadores, que eso quede siempre bien claro, respetamos el derecho de todos los ciudadanos a manifestarse pero nosotros no promovemos".