Abogada, magistrada y la primera mujer en dirigir la Segob: ella es Olga Sánchez Cordero

La ex ministra se convirtió en una de las funcionarias más importantes del gobierno del presidente López Obrador.

Sánchez Cordero también fue la primera mujer notaria del entonces Distrito Federal. (Especial)
Ciudad de México /

Al convertirse en la primera mujer en la historia de México en dirigir la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero sentó un precedente en la paridad de género en la política. Sin embargo, su trascendencia y relevancia no inició en 2018, con el triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Encargada de llevar las riendas de la política mexicana, de la mano de la Cuarta Transformación, se convirtió en una de las funcionarias más importantes del gobierno del morenista.

La trayectoria de la política capitalina es basta y su esfuerzo la llevó a convertirse en una de las mujeres más influyentes que tuvo en sus manos el manejo de temas como la regulación de la mariguana, la continuación de la investigación del caso Ayotzinapa, las caravanas migrantes, la estrategia para combatir feminicidios y la posible amnistía a presos de edad avanzada. A continuación, te contamos un poco de su historia antes de llegar a la Segob.

Primera notaria del DF

Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila nació un 16 de julio en la Ciudad de México en 1947. Estudió Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y un posgrado en Política Social y Administración en la Universidad de Swansea, Inglaterra. Además, es doctora Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Morelos, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Interamericana de Morelos, la de Xalapa, de Coahuila, la Escuela Judicial del Estado de México y por el Instituto Nacional de Ciencias Penales.

En su paso por la máxima casa de estudios del país, Sánchez Cordero estuvo a cargo de la Secretaría de Asuntos Escolares de la Facultad de Derecho, de 1976 a 1979, y un año más tarde fue nombrada directora del Seminario de Sociología General y Jurídica, función que realizó durante cuatro años.

Para 1984 comenzó a trabajar como notaria pública en el entonces Distrito Federal, iniciando su carrera en el servicio público de una manera trascendente, pues fue la primera mujer en la capital en ocupar este puesto, además que en la actualidad todavía cuenta con licencia.

Desde ese momento, comenzó a destacar como una de las abogadas más importantes del país, y llegó a ser magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, así como profesora de la UNAM, y otras universidades renombradas en México.

Ministra en la Suprema Corte por 20 años

En 1993, llegó al Poder Judicial y se integró como magistrada numeraria del Tribunal Superior de justicia. Pero no fue sino hasta dos años después que el entonces presidente Ernesto Zedillo y su secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma, la nominaran como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Así, y desde el máximo Tribunal de Justicia, Sánchez Cordero expresó su postura en temas como la despenalización del aborto, la impartición de justicia con perspectiva de género, el uso recreativo de la mariguana, así como el matrimonio igualitario. Y por más de 20 años se caracterizó por su defensa al Estado de derecho.

Sin embargo, quizá el momento más álgido de su trayecto como magistrada llegó en 2013, cuando la Corte aprobó por mayoría su proyecto presentado para anular la sentencia de 60 años impuesta a la francesa Florence Cassez, acusada en 2005 de secuestro y delincuencia organizada. De acuerdo con Sánchez Cordero, los derechos de la ciudadana europea fueron violados en el proceso judicial.

Galardones, premios y ¿disputas?

Con su amplia trayectoria, no es de esperarse que Sánchez Cordero haya recibido múltiples condecoraciones, entre los que se encuentran la Presea Tepantlato, otorgada por el Instituto de Ciencias Jurídicas de la UNAM; la presea Zafiro, de la Universidad en Estudios de Posgrado en Derecho, Fuerza Jurídica, y la presea Flama, Vida y Mujer, por la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Incluso, en 2004 recibió el nombramiento como la Mujer del Año, y 10 años más tarde encabezó la lista de las 50 mujeres más poderosas de México, según la revista Forbes.

Pero no fue hasta que obtuvo la Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri y Legisladores de 1913, entregada por la Cámara de Diputados en 2014, que alguien cuestionó el que fuera merecedora. 

Sánchez Cordero había sido propuesta como candidata única por el entonces rector de la UNAM, José Narro Robles, y respaldada por las universidades de Coahuila y Morelos; un mes después de la ceremonia. Aún así, 75 diputados solicitaron retirarle la presea por su posición contra las consultas populares sobre salario mínimo digno y reforma energética.

Su salto hacia el Congreso y al gabinete presidencial

El periodo de la jurista en la Suprema Corte terminó en 2015, y un año después el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, nombró a Sánchez Cordero como diputada constituyente para dar forma a la primera Constitución Política de la capital.

Junto con la ex ministra, también fueron elegidos Alejandro Encinas, actual subsecretario de Gobernación; Porfirio Muñoz Ledo y Ana Laura Magaloni. Tras su labor, la primera Carta Magna capitalina entró en vigor el 17 de septiembre de 2018.

Para 2018, se integró al Senado por la vía de la representación proporcional; sin embargo, López Obrador la llamó para formar parte de su gabinete presidencial, y tres días antes de la toma de protesta del nuevo mandatario pidió licencia en la cámara alta para separarse de sus funciones legislativas y asumir como titular de la política interna.

Hoy, tras casi tres años en el gabinete Presidencial, Sánchez Cordero decidió regresar al Senado e impulsar la Cuarta Transformación, desde otra trinchera. 

LP​

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