La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, ocurrido el 20 de junio en la parroquia de Francisco Xavier en Cerocahui, Chihuahua y pidió de manera urgente lograr la recuperación de los cuerpos de los dos sacerdotes, que fueron sustraídos de la iglesia por los autores materiales del asesinato; y asegurar una restitución digna de los mismos.
“El asesinato de estos dos reconocidos sacerdotes nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua”, señaló Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la ONU-DH.
La ONU DH pidió a los tres niveles de gobierno implementar de manera efectiva el plan de contingencia acordado en 2016 para prevenir y responder a los ataques contra personas defensoras y periodistas en el estado. Así como desarrollar una investigación efectiva y exhaustiva de estos asesinatos, considerando todas las líneas de investigación relevantes e identificando a los autores materiales e intelectuales.
También, solicitó brindar a la comunidad de Cerocahui, y demás lugares de la Sierra Tarahumara en situación de riesgo, medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades. De esta manera, proteger la vida e integridad de quienes las habitan y acompañan, tomando en cuenta que “están ubicadas en zonas aisladas y con una fuerte presencia indígena que las hacen más vulnerables”.
LP