La posición de poder que puede tener un docente es explotado a manera de acoso sexual en la Universidad de Guadalajara y diferentes de sus Centros Universitarios, un abuso que las víctimas ya no pueden callar más. Las autoridades de la máxima casa de estudios parecen no apoyarles en la búsqueda de librarse de esa presión, que hoy se traduce en un conflicto interno que deja mal parada a la UdeG en cuanto a la seguridad de sus estudiantes.
Después de darse a conocer el supuesto acoso por parte de Horacio Hernández Casillas, coordinador de Antropología del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), hacia una maestra de dicho centro, otras estudiantes y docentes han encontrado el valor de alzar la voz y denunciar públicamente múltiples casos que aunque se han normalizado con los años, que podrían tratarse de la comisión de diversos delitos.
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Tanya, académica que denunció el acoso, se presentó en el Centro de justicia para las mujeres para ratificar la denuncia en contra del coordinador. A esta acción le acompañaron alumnas y docentes tanto del CUCSH como de otros Centros Universitarios, quienes en repetidas ocasiones gritaban “no estás sola” como muestra de apoyo a la docente, que por su parte mostró frustración por el hecho de que aún no exista una reacción por parte de la UdeG y ante el temor que le genera estar involucrada en esta situación.
“Finalmente es eso, es un hostigador, realmente tengo miedo bajo mi persona y mi familia, espero que las autoridades actúen, ya estuvo, son diez años que ha estado ahí como coordinador y haciendo lo que él siempre quiere”, mencionó Tanya.
En el mismo evento, Patricia Ortega, docente del Centro Universitario de Ciencias de la Salud indicó que en este complejo universitario también se ejerce acoso por parte de maestros hacia estudiantes, “un maestro de sexualidad que es el más reciente en mi memoria y varios, la autoridad tiene conocimiento y hay casos que aún no se han logrado hacer del conocimiento de la autoridad porque las chicas tienen miedo”
Precisamente como muestra del temor que tienen a represalias, la mayoría de las asistentes en muestra de respaldo a Tanya, se presentaron encapuchadas o con medio rostro cubierto con pañoletas.
En el sitio quemaron una especie de piñata con forma humana a la que le colocaron la fotografía del coordinador de la carrera de Antropología, que en un par de semanas se convirtió en enemigo público del Centro Universitario donde se desempeña.
SRN