A diferencia de la primera caravana migrante que ingresó al país para tratar de ir a Estados Unidos, México mantiene ahora un mayor orden que se traduce en certeza para sus garantías individuales, consideró la Comisión de Derechos Humanos capitalina (CDHDF).
La ombudsperson local, Nashely Ramírez Hernández, aseguró que la Ciudad de México está lista para recibir al contingente más fuerte, el cual se estima que llegue alrededor del 28 de enero.
La titular de la CDHDF expuso lo anterior en entrevista en el marco del Encuentro sobre Participación Social y Derechos Humanos: "Organizaciones de la sociedad civil de los diversos sectores y de las diversas agendas”.
Explicó que ahora se presenta una situación diferente al éxodo de noviembre, toda vez que existe una política federal y nacional que está tratando de articular un proceso de entrada y estancia en el país diferente.
“Ahora, como ustedes se habrán dado cuenta, están tratando de identificar y de censar a la propia población migrante desde su entrada por Chiapas”, señaló.
Reveló que hasta el momento se han reportado alrededor de cuatro mil personas que ya han sido acreditadas con una pulsera para ingresar al país, lo que implica que se tienen los datos, cuántos son, cómo vienen, de qué nacionalidad son.
Además se han iniciado los procesos de hacer visas de carácter humanitario y temporales para trabajo, en su mayoría, y buena parte de ellas para trabajo en la zona sur del país.
Desde luego, reconoció que existe otro bloque de alrededor de mil personas que no han querido pasar por este proceso, y en conjunto con las que se acreditaron suman entre cinco y siete mil que han ingresado al país.
De igual forma, indicó que a diferencia del año pasado las autoridades federales tienen también un programa federal que incluyen procesos, como alimentación, servicios de salud y otras cuestiones, en términos de lo que son las caravanas migrantes.
“Entonces, de entrada, la primera diferencia va a ser que tendremos aquí, digamos, una coordinación entre el gobierno local y el gobierno federal”, subrayó.
En cuanto a la primera caravana, explicó que no se quedaron más de 200 personas, toda vez que casi la totalidad se fue a la frontera, y sólo un pequeño contingente estimado en 400 se fue quedando en la ruta a trabajar en Guadalajara o solicitó su regreso a Honduras.
EB