No es 10 de mayo, pero ayer, “Gloria”, quien trabaja como Policía Vial, recibió de voz de automovilistas al menos un par de mentadas, simplemente por cumplir con su trabajo.
“Gloria”, nombre utilizado para proteger la identidad de la oficial, forma parte del nutrido grupo de agentes de Movilidad desplegados en los más de 400 frentes de obra en toda la ciudad; ella laboró en Periférico Sur.
Por su condición de mujer, automovilistas machistas la insultan. Narró que hace unos días, un sujeto la cuestionó si le pagaban por ver automóviles, ya que por ser dama no servía para dirigir el tránsito, ignoró el comentario y continuó con sus funciones.
Asegura que cuando comenzó a trabajar en las calles, los señalamientos contra su persona le causaban molestia, pero hoy su perspectiva cambió: las ofensas no la incomodan, incluso ahora le causan gracia.
También ha sido víctima de acoso sexual, desde chiflidos y piropos que podrían considerarse tiernos, hasta palabras que la han hecho sentir mal por su lenguaje soez.
“Por el hecho de ser mujeres muchos hombres nos gritan de cosas, nos dicen palabras muy ofensivas, ellos no se ponen a pensar que vienen de una mujer, que no les gustaría que a sus madres y hermanas las trataran igual”, puntualizó “Gloria”.
Pero no todo ha sido malo, existen personas que reconocen la difícil y fundamental tarea de las agentes de vialidad. Según “Gloria”, ha tenido
la grata experiencia de conocer ciudadanos que le han regalado agua, refresco y hasta comida en agradecimiento a su labor, sin embargo, ella se ha negado a recibir las dádivas para no violar el código de ética de la Secretaría de Movilidad.
“Miriam” también labora como agente de Movilidad. Ayer resguardó por la seguridad de los peatones y automovilistas que transitaban por
la avenida Ávila Camacho.
Si bien el tránsito es más fluido en ese punto, a pesar de las obras de construcción de la Línea 3 del tren ligero, persisten los conflictos viales.
Denuncia que ha tenido roces con motociclistas que no respetan la Ley de Movilidad. “Son los más agresivos, rebasan por donde sea sin importarles que pueden sufrir un accidente. Hace unos días, le llamé la atención a un motociclista que casi atropella a unas personas que bajaban de un camión, se subió por la banqueta y se fue”, relató.
Las agentes de movilidad realizan su trabajo a pesar las condiciones meteorológicas desfavorables: “En diciembre recuerdo, me ardían las manos por el frío y eso que traía guantes”.
La presencia de mujeres dirigiendo el tránsito ha disminuido la percepción de corruptela que había contra los oficiales hombres; muestra de ello son los toritos, operados en su mayoría por féminas.
SRN