DIF busca revertir desordenes alimenticios causados por la pandemia de covid-19

El organismo espera implementar acciones para fortalecer la educación alimentaria y nutricional, como preparar comidas saludables con alimentos frescos y nutritivos.

El organismo espera restringir la publicidad de alimentos no saludables para evitar daños en los menores. (Cuartoscuro)
Karen Tovar
Ciudad de México /

Especialistas del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) dieron a conocer varias recomendaciones emitidas por organismos internacionales para atender los problemas de mala nutrición, desnutrición y obesidad que se incrementaron de manera sensible con motivo de las medidas sanitarias y los efectos económicos de la pandemia de covid-19.

La implementación de acciones como fortalecer la educación alimentaria y nutricional, preparar comidas saludables con alimentos frescos y nutritivos, adquiridos a productores locales; promover la creación de huertos escolares como parte de los objetivos básicos de aprendizaje; restringir la publicidad de alimentos no saludables, incentivar la revisión de etiquetados frontales y fomentar la actividad física regular, permitirán revertir los efectos de mala nutrición que ha dejado la emergencia sanitaria en la niñez.

Recordaron que en la Declaración Conjunta sobre Nutrición en el Contexto de la pandemia de covid-19 de América Latina y el Caribe, emitida en febrero pasado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP), se advierte que la crisis sanitaria conlleva altos riesgos para el bienestar nutricional de las personas, en particular niñas y niños menores de cinco años, adolescentes, mujeres embarazadas y lactantes.

Según la Encuesta de Salud y Nutrición en Niñas y Niños Menores de 12 años, durante la Pandemia de covid-19 en México, realizada en 2020 por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la ingesta de los grupos de alimentos no recomendables para consumo cotidiano como grasas saturadas, azúcares añadidos, bebidas azucaradas y botanas, dulces y postres tuvieron un porcentaje de consumidores mayor al 70 por ciento.

Mientras que la ingesta de azúcares añadidos en niñas y niños de edad escolar tuvo más de 90 por ciento de consumidores, y fueron utilizados aproximadamente cuatro días a la semana. Entre 13 y 17 por ciento de las niñas y los niños encuestados dijeron consumir un vaso (250 mililitros) o más de refresco en un día promedio, y cerca del 50 por ciento consumen poco menos de un vaso.

Ante esto, se suma la falta de actividad física y el incremento en el uso de dispositivos electrónicos, pues la encuesta reveló que durante el confinamiento se registró una elevada utilización de aparatos electrónicos, entre ellos, la televisión, tabletas y celulares como medios de entretenimiento, aún en niñas y niños más pequeños. Además que, conforme aumenta la edad, el tiempo de exposición a las pantallas es mayor.

Frente a este panorama, especialistas del Sistema Nacional DIF destacaron la importancia de priorizar la disponibilidad y el acceso a alimentos nutritivos por medio de la producción sostenible, la aplicación de restricciones en la promoción y publicidad de alimentos no saludables, así como y la lectura de los etiquetados frontales.

​LP

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