Josué Zaragoza Santos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra)de Pachuca, indicó que, derivado de la pandemia de covid-19, se ha provocado un impacto económico sobre todo en el incremento de los precios de productos que requieren las diferentes industrias, que han registrado el cien por ciento durante los dos años que ha permanecido la emergencia sanitaria.
Entre los aumentos, uno que resulta alarmante es el referente a fletes marítimos, el cual incrementó hasta en un 168 por ciento, así también el gas, que es un producto necesario para varios procesos de manufactura, lo que ha provocado repercusiones en los costos productivos de varios sectores, como el alimenticio y metalmecánico, que tienen altos consumos del combustible.
“Pero también la industria alimenticia alcanzó incrementos de un 30 por ciento en promedio. A su vez, en la industria metalmecánica el acero fue la materia prima que más incrementó, alcanzando un 150 por ciento de aumento; del mismo modo, el cobre y aluminio aumentaron su costo al 30 y 40 por ciento.
“El cemento reportó un incremento de hasta el 20 por ciento, lo que desencadena el aumento de los precios a los diferentes productos de la construcción como el block, vigueta, bovedilla y concreto”, refirió el líder del sector industrial en Hidalgo
También, señaló que se reportó este incremento en el tema forestal, de hasta el 100 por ciento en productos de madera, como la tabla, y en el sector energético, “con un alza moderada, correspondiente al 12 por ciento.
“El sector de telecomunicaciones reportó un 16 por ciento de aumento en todo 2021, en cambio reportó un 12 por ciento para principios de 2022. No obstante, el escenario para el presente año, es que existan incrementos trimestrales debido a la escasez, principalmente, de microchips”, explicó.
Sin dejar fuera otros aumentos que impactan a la mayoría de los industriales como son: importaciones hasta 30 por ciento, bienes de capital fabricados con acero al 25 por ciento, Zaragoza Santos agregó que, una de las preocupaciones que tuvieron los industriales el año pasado, fue no poder repercutir los incrementos al cliente y verse obligados a disminuir sus utilidades, además que se presentó una mayor demanda de crédito por parte del cliente o proyecto y alta rotación de personal.
"No es que sea un escenario alarmante, pero se debe tomar en cuenta que algunos proyectos serán más caros este año y, lo preocupante, es que se lleguen a cancelar, disminuir o retrasar algunos ya cotizados o que tenían un plan financiero que, evidentemente, será afectado”..Además del impacto que tendrá en el consumidor final. Los industriales estamos trabajando y preparados para nuevos proyectos, esperamos que todos sigan en pie y que haya nuevos y mayor demanda, lo que nos ayudaría a recuperar un poco más el nivel de productividad que teníamos antes de la pandemia”, concluyó