La renuncia de un aspirante a la candidatura por la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal fue la primera pieza del rompecabezas de la llamada “Cuarta Transformación”. En 2000 en México se vivía una efervescencia electoral por la campaña de Vicente Fox, quien encabezaba las encuestas presidenciales y que auguraba, por primera vez, la alternancia política por la vía democrática en el país.
Esas mismas mediciones estaban en poder de Andrés Manuel López Obrador, abanderado por el PRD para el gobierno capitalino, quien notó que el “carisma” del guanajuatense contagiaba a su contrincante panista, Santiago Creel.
Con los números en la mano, López Obrador decidió reunirse con Manuel Camacho Solís (1946-2015) —entonces presidente del Partido Centro Democrático—, quien a su vez impulsaba a Marcelo Ebrard como candidato para la cpital.
En ese encuentro se acordó que Ebrard renunciaría a sus aspiraciones y declinaría a favor de López Obrador para que la izquierda se mantuviera en el poder pero, sobre todo, para comenzar el camino de la “Cuarta Transformación”, la 4T, que se concretaría 18 años después.
Durante la elección del 2 de julio de 2000 López Obrador obtuvo 37.75 por ciento de los votos, su más cercano competidor fue Santiago Creel, con 34.29 por ciento de las preferencias.
El tabasqueño cumplió sus primeros meses como Jefe de Gobierno despachando desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, a escasos metros de Palacio Nacional, su siguiente objetivo.
Con sus discursos, López Obrador poco a poco fue inundando los medios, los comentarios en las calles, las pláticas y los análisis de los actores políticos hasta convertirse en la voz de oposición del gobierno federal, encabezado por Fox, y ante los cuestionamientos sobre sus aspiraciones presidenciales, repetía: “Denme por muerto”; sin embargo, en privado planeaba el siguiente paso para la “Cuarta Transformación” del país.
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En 2002 el Gran Hotel de la Ciudad de México fue el lugar de la propalación ideológica de la 4T. López Obrador convocó a un encuentro a sus primeros éxitos electorales que, como presidente del PRD, impulsó para que gobernaran tres entidades: Ricardo Monreal, de Zacatecas; Leonel Cota, de Baja California Sur, y Alfonso Sánchez Anaya, de Tlaxcala. “Ahí, en un salón, empieza a construir su proyecto para la Presidencia”, recordó Monreal, actual coordinador del grupo parlamentario de Morena en el Senado.
El tabasqueño habló de los tres momentos de la Historia de México que cambiaron y forjaron el rumbo del país: la Independencia, la Reforma y la Revolución; narró su experiencia para llegar a la Jefatura de Gobierno y su lucha desde su estado natal, Tabasco, donde entendió que “el sistema político de la época estaba agotado, por lo que era necesaria una Cuarta Transformación”; los invitó a ser parte de la 4T y les pidió construir Redes Ciudadanas para promover el voto.
A las reuniones, que se realizaban una vez a la semana, se fueron sumando más personajes —fundadores de la 4T— como Socorro Díaz, Lázaro Cárdenas Batel, César Yáñez, César Raúl Ojeda y Manuel Camacho Solís, nombrado en 2004 como coordinador de las redes a escala nacional.
Y aunque por tres años trabajaron en los territorios, fue hasta 2005 —tras librar el proceso de desafuero que catapultó a López Obrador a la candidatura presidencial— que las Redes Ciudadanas se hicieron cargo de la primera campaña que muchos aseguran “haber ganado”, pero que otros admiten que “se perdió por el embate de la clase empresarial y por los errores del propio Andrés Manuel”.
Los gobernadores del PRI, comandados por Natividad González (NL), decidieron dar su apoyo al panista Felipe Calderón y, por último, el tabasqueño “se negó a acercarse al magisterio de Elba Esther Gordillo”.
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A pesar de la derrota de 2006, López Obrador notó dos cosas: la aceptación y el respaldo que tenía de gran parte de la ciudadanía, así como el rechazo de un grupo de perredista.
Los recorridos que hizo en 2008 y 2009 en defensa del petróleo y la economía popular por dos mil 447 municipios tuvieron una característica: la austeridad que, a decir de otros, “fue el abandono del PRD”.
“En 2008 los líderes perredistas reconocen a Calderón como Presidente, permiten que el Tribunal Electoral decida quién dirigirá al partido y comienzan a acercarse con los gobiernos de PRI y PAN”, reseñó Batres, uno de los primeros en dejar las filas del PRD para aventurarse en el lopezobradorismo.
El tabasqueño recorre el país con unos cuantos colaboradores y recursos que le entregan sus afines, pero en cada una de las visitas busca a los liderazgos de las comunidades para tener representantes y así construir su proyecto político “de abajo hacia arriba”.
En 2010 le pide al escritor Carlos Monsiváis que le recomiende a un periodista para crear Regeneración, que sería la base de Morena. Jesús Ramírez, reportero de la La Jornada, especialista en temas sociales, de derechos humanos y del surgimiento del EZLN, fue el encargado.
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Mientras López Obrador avanza con su proyecto en lo territorial, la distancia con el PRD es cada vez más amplia. En marzo de 2011 en el Auditorio Nacional funda Morena con el respaldo de intelectuales como José María Pérez Gay, Julio Scherer, Héctor Díaz Polanco, Luis Javier Garrido y Laura Esquivel.
En ese año transcurre la carrera por la Presidencia. En el PRI cierran filas con el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en el PAN tenían al menos siete suspirantes, y en el PRD convocan a una encuesta para definir, otra vez pero de forma abierta, si Ebrard o López Obrador será el candidato.
Los Chuchos preferían a Ebrard; sin embargo, las tres encuestas (una por cada aspirantes y una del PRD) daban como favorito al tabasqueño.
López Obrador mandó una lista de personalidades de la sociedad civil para que fueran candidatos a puestos de elección popular al entonces dirigente del PRD, Jésus Ortega, pero fue desechada.
El tabasqueño reprochó a Ortega que no era justo que “él pusiera los votos y el partido las posiciones”, pero no hubo vuelta atrás, por lo que sus seguidores se hicieron de espacios en el PT y MC para ganar las nominaciones.
Entonces “la mezquindad del PRD salió a flote”, pues dejó de pedir el voto para la Presidencia y comenzó a trabajar por sus cotos de poder, aunque eso significara perder distritos, circunscripciones y estados completos, “lo que les importaba era su grupito”, contó Batres.
En la elección de 2012 el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, obtuvo 38.20 por ciento de los votos, apenas 5 puntos arriba de López Obrador, quien alcanzó 32.61 por ciento. Fue la segunda derrota consecutiva del tabasqueño; sin embargo, la semilla de Morena estaba lista para sembrarse.
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Tras los comicios, el tabasqueño regresa al Zócalo para despedirse del PRD-PT y MC, y lanza la convocatoria para que Morena se convirtiera en partido.
El llamado cimbró a los organismos políticos tradicionales, principalmente al PRD, donde comenzaron las deserciones que hasta el día de hoy continúan. Uno de los más animados fue el entonces diputado Martí Batrés, quien pidió licencia a su curul para “lanzarse al vacío y construir las bases de Morena”. El tiempo le dio la razón.
El resultado fue abrumador: 85 por ciento de los distritos donde tenía presencia el movimiento avaló la propuesta. El Deportivo Plan Sexenal, en la alcaldía de Miguel Hidalgo, fue el escenario del nacimiento de Morena, ahí se convocó al primer Consejo Nacional y Martí Batres fue electo presidente. Fue tan sorpresivo y respaldado para el cargo que envío su solicitud de licencia “por tres vías: fax, correo electrónico y por motocicleta”, mencionó.
Los hijos de López Obrador también fueron fundamentales en la construcción del partido y de la estructura electoral que crecía de forma espontánea. José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo se dieron a la tarea de trabajar en cada una de las entidades y priorizar el Estado de México, donde los resultados electorales de 2017 fueron un pilar para el triunfo del siguiente año, y Ciudad de México, donde Morena arrebató a un PRD la capital, su bastión histórico.
En tanto López Obrador se concentraba en la consolidación de Morena, en la casa del priista José Murat, el naciente gobierno de Peña Nieto daba los últimos trazos para la creación del Pacto por México, una alianza entre PRI-PAN-PRD para “impulsar las reformas estructurales que el país necesitaba”, entre ellas, la educativa, la energética, la financiera y la de telecomunicaciones.
“El Pacto nos ayudó demasiado, porque nos diferenció de sus políticas neoliberales; teníamos independencia frente al gobierno que nos daba credibilidad en la lucha contra las reformas”, explicó Batres.
Además del lento resultado, la desaprobación de algunos “cambios estructurales”, así como los actos de corrupción del gobierno federal, “comenzaron a abrir una brecha de manera acelerada por la situación que enfrentaba el país”, agregó Monreal.
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En 2013 López Obrador recorre nuevamente el país para consolidar la estructura de Morena en cada distrito electoral de la nación; mientras, Batres alista toda la documentación necesaria para el registro del partido.
“En muchos sitios, como aquí en Ciudad de México, teníamos oficinas muy austeras y no había dinero, pero esa situación se revirtió por el gran ánimo de la gente de construir una alternativa de gobierno que tenía como única figura central a López Obrador”, destacó Batres.
En 2014 la semilla de Morena floreció con la obtención del registro como partido y, al año siguiente, subió al ring político. En sus primeros comicios mostró su músculo, principalmente en CdMx, donde obtuvo cinco delegaciones; además en Edomex, Tlaxcala, Puebla, Tabasco y Quintana Roo se colocó arriba de 15 puntos porcentuales. En su primer proceso, el partido se afianzó como la cuarta fuerza política, muy cerca de la tercera, el PRD.
En 2016 desplaza al sol azteca de su sitio, lo que pronosticó una gran disputa en los comicios del Edomex durante 2017 que al final ganó el PRI, pero que dejó a Morena en segundo lugar de las preferencias electorales.
Para Tatiana Clouthier, coordinadora de la campaña presidencial de López Obrador, la vida nacional confirmó los discursos de su candidato: “El neoliberalismo se apoderó del país, se hizo más abrumadora la distancia entre quien tiene (dinero) y quien no. Los descaros de corrupción del gobierno encabezado por Peña Nieto hacen ver La Colina del Perro (conjunto de mansiones en Bosques de las Lomas) de López Portillo como un niño de pecho…todo esto va exponenciando a Andrés y a la Cuarta Transformación.
“Otros factores que ayudaron al contacto con la ciudadanía y a romper el cerco informativo fueron la benditas redes sociales que eran de bajo costo, pero de gran alcance y penetración en el electorado”, mencionó.
Durante los más de cien días de precampaña y campaña, López Obrador no dejó de subir en las encuestas y cada vez fue más latente la idea y el eslogan del futuro gobierno: “La Cuarta Transformación”.
Así, el 1 de julio pasado el tabasqueño ganó la elección presidencial con 30 millones de votos; Morena triunfó en 31 entidades, ganó cinco gubernaturas y la mayoría en el Congreso... el proyecto es el más respaldado en la historia moderna y democrática del país.
Con ese capital político, López Obrador y los personajes que han estado con él desde sus primeras batallas hoy mueven los hilos de un gobierno, “la Cuarta Transformación”, que busca convertirse en un momento histórico de México, como el de la Independencia, de Miguel Hidalgo; la Revolución, de Francisco I. Madero, y la Reforma, de Benito Juárez.
El camino de Morena
2010
AMLO pide a Carlos Monsiváis que le recomiende a un periodista para fundar el periódico Regeneración. Jesús Ramírez es el encargado del medio impreso que difunde actividades de López Obrador y sería la base para conformar Morena.
2011
En octubre, AMLO presenta la Asociación Civil Movimiento de Regeneración Nacional. En noviembre, Marcelo Ebrard es superado por López Obrador en las encuestas para elegir candidato presidencial de la coalición Movimiento Progresista.
2012
AMLO pierde la Presidencia ante Enrique Peña Nieto y consulta a sus bases para convertir la coalición en partido político. En noviembre se conforma el primer Consejo Nacional; López Obrador es nombrado presidente del Consejo y Martí Batres presidente de Morena.
2013
Batres registró Morena ante el IFE.
2013-2014
López Obrador recorre el país para conformar la estructura del partido.
2015
Morena obtiene su registro ante el IFE.
2015
Participa en elecciones federales ganando espacios en varias entidades, principalmente en el DF.
2016-2017
AMLO vuelve a recorrer el país para afianzar la estructura de Morena; obtiene la candidatura presidencial por tercera vez.
2018
López Obrador y Morena arrasan en los comicios federales obteniendo 53 por ciento de los votos y cinco gubernaturas.