Luego de que ayer se suscitara un desalojo en el Templo de los Sagrados Corazones por un pleito legal con un particular, el sacerdote José María Guerrero Noyola, mejor conocido como "El Padre Chema", dijo que respetarán la orden judicial hasta que se resuelva el asunto.
Durante una reunión con los feligreses de la colonia El Uro, al sur de Monterrey, el padre aclaró que no se demolerá el templo, pero que llegó a un acuerdo con los particulares para evitar visitas al sitio hasta que se resuelva el fondo legal del asunto.
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"El arzobispo manifestó que ya empezó la negociación y no se va a tumbar nada del templo, fue un acuerdo. Se va a rescatar todo el tema de los nichos", expuso a los fieles.
Lo anterior luego de que ayer se ejecutara una orden de desalojo aparentemente dictada por un juez en materia civil.
Y es que el arzobispo Rogelio Cabrera López ayer por la noche emitió un comunicado asegurando que el predio fue donado por fieles católicos a la Arquidiócesis de Monterrey en 1994, fecha en que comenzó la edificación.
No obstante, el particular identificado como Carlos Mayer, desde hace 25 años emprendió un juicio contra la Arquidiócesis alegando que se apropiaron de una parte de su terreno.
El terreno denominado “Rancho la Bola” mide 30 mil metros cuadrados y abarca parte de la iglesia, por lo que, bajo el cobijo de un juez, se procedió a delimitar la zona que hoy continúa asegurada por elementos de Fuerza Civil.