“Ya págame, CNDH”: el tuit por el que alistan sanción contra ex directora de Comunicación

Alejandra Ezeta, ex directora de Comunicación Social de la CDNH, está acusada de haber permitido que personas sin contrato vigente trabajaran en la comisión y usaran indebidamente las redes sociales del organismo.

A Alejandra Ezeta se le señala por diversas conductas presuntamente cometidas durante su cargo como directora general de Comunicación Social. (Archivo
Rafael Montes
Ciudad de México /

El 5 de junio de 2020, una persona escribió desde la cuenta oficial de Twitter de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) una frase a manera de protesta: “El respeto a los derechos humanos empieza en casa, ya págame CNDH”.

Ahora, ese tuit es uno de los motivos por los que el Órgano Interno de Control de la CNDH inició un procedimiento para sancionar a la ex directora general de Comunicación Social del organismo, Alejandra Ezeta, quien está acusada de haber permitido que personas sin contrato vigente trabajaran en la Comisión y usaran indebidamente las redes sociales del organismo.

Al no tener contrato vigente, esas personas no recibieron un pago por sus labores y manifestaron su inconformidad de esa manera en cuentas institucionales de la CNDH.

Esa y otras irregularidades están incluidas en el expediente del Procedimiento de Responsabilidad Administrativa 06/21, abierto en contra de María Alejandra Ezeta Bagnis, a quien se le acusa de faltas administrativas graves por su comportamiento poco digno y profesional al desempeñarse en su cargo durante el año 2020.

Por ello, el Área de Responsabilidades, Situación Patrimonial y Defensa Jurídica del OIC de la CNDH citó, mediante un aviso publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), a Ezeta a comparecer en audiencia pública para que manifieste sus argumentos de defensa dentro del procedimiento que se sigue en su contra desde el 31 de mayo de este año.

A Alejandra Ezeta se le señala por diversas conductas presuntamente cometidas durante su cargo como directora general de Comunicación Social, tales como haber permitido que dos personas ajenas a la CNDH siguieran trabajando en el organismo y tuvieran acceso a información, cuentas y contraseñas de redes sociales institucionales, sin que tuvieran un contrato vigente, así como de utilizar información privilegiada a su favor cuando fue cesada de la institución.

Una de las personas trabajó en la Dirección General de Comunicación Social sin contrato desde el 1 de abril hasta el 8 de junio de 2020.

“Se acreditó que, posterior al vencimiento de su contrato, cuando comenzó la suspensión de labores por la pandemia, en los meses de abril, mayo y hasta el ocho de junio de 2020, no acudió a las instalaciones de la Dirección General de Comunicación y realizaba labores desde casa siguiendo instrucciones de …. y María Alejandra Ezeta Bagnis, que sus actividades consistieron en elaborar infografías y publicar comunicados de prensa y material en la cuenta de Twitter de la Comisión Nacional, publicando comunicados de prensa e infografías que se generaban en la Dirección General, lo que realizó hasta el ocho de junio de dos mil veinte, cuando cambiaron las contraseñas de acceso; que durante ese período no le fue realizado pago alguno, por lo que, a fin de poder recibir el pago correspondiente a sus servicios, el 10 de julio de 202, comunicó esta situación a este Órgano Interno de Control, a través de correo electrónico”, dice el documento.

A Ezeta se le responsabiliza por permitir que esa persona, ajena a la Comisión ─por no tener contrato vigente─, diera un like o Me Gusta desde la página oficial de Twitter de la CNDH. 

A Ezeta también se le responsabiliza por haber permitido que otra persona ajena a la CNDH realizara funciones de índole laboral como subdirector de Área, desde el 2 de marzo y hasta el 15 de abril del 2020, cuando el Formato Único de Personal, que lo acredita como servidor público de la Comisión se firmó hasta el 16 de abril de 2020.

“Con dicha conducta permitió que esa persona también tuviera acceso a las instalaciones de este organismo nacional, a la información, a las contraseñas y a las propias redes sociales (Facebook y Twitter), cuando era una persona ajena a la Comisión Nacional”, dice el citatorio.

Esa persona relató que la servidora pública investigada le hizo llegar órdenes de trabajo en los primeros meses de pandemia, tales como la elaboración de tres guiones para hacer dos videos, una infografía, programación de mensajes en la cuenta de Twitter y que estaba a cargo de las redes sociales en junio de dos 2020, cuando se dio un “like” indebido en la publicación que decía “El respeto a los derechos humanos empieza en casa, ya págame CNDH”, desde la cuenta oficial de la Comisión.

“Con tal conducta, María Alejandra Ezeta Bagnis, al desempeñarse como directora general de Comunicación, ocasionó una afectación a la imagen de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a la información, actividades y archivos que conforman la Dirección General de Comunicación, ocasionando una deficiencia en el servicio público”, expone el documento del DOF.

Otra irregularidad que se le atribuye es que “indebidamente utilizó información privilegiada, a la que tuvo acceso con motivo de sus funciones, para obtener una ventaja o beneficio privado, toda vez que el 3 de junio de 2020, con motivo de la emisión y publicación de los comunicados de prensa DGC/165/2020 y DGC/166/2020, visibles en la página oficial de la Comisión,(como se aprecia a foja 3 de autos), cuyo contenido fue contrario a la política de comunicación social de la CNDH, orientada a la protección, observancia, promoción y estudio de los derechos humanos, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, indebidamente responsabilizó de los mismos al …., subdirector de área adscrito a la Dirección General de Comunicación de la CNDH a su cargo”.

Además de esas conductas, el documento enlista otra serie de acontecimientos en los que supuestamente Ezeta “no se condujo con rectitud y utilizó su empleo para obtener una ventaja personal”, pues ofreció declaraciones a medios de comunicación, y “publicaciones que contenían denostaciones y ataques contra funcionarios y empleados de este Organismo Nacional”, que afectaron la imagen de la institución y que presuntamente eran versiones tergiversadas de los sucesos que ocurrieron, entre ellos algunos ceses laborales de personal de la CNDH, incluido el de ella misma.

Por ello, el OIC de la CNDH ha citado a comparecer a Ezeta a las 12:00 horas del décimo quinto día hábil, contado a partir del día siguiente a la fecha en que se realice la tercera publicación del edicto, además de que puso a su disposición los servicios de la Defensoría de Oficio de la Comisión.

Lo que dice el edicto es falso: Ezeta

Al respecto, en ejercicio de su derecho de réplica, Alejandra Ezeta aseguró a MILENIO que “lo que está diciendo ese edicto es completamente falso” y que “lo que me están imputando es completamente falso y tengo la manera de probarlo”.

Ezeta narró que “Francisco Estrada, Bahar Malek y Luciano Montaño sabían perfectamente de que existía una persona trabajando en la CNDH ya con su contrato concluido y yo, en ningún momento, hice nada, no me salté las trancas de nadie, Francisco Estrada sabía perfectamente quiénes estaban trabajando sin contrato en la CNDH”.

Francisco Estrada es el secretario ejecutivo de la CNDH, Bahar Malek es la directora general de Recursos Humanos y Luciana Montaño es la directora jurídica.

“Francisco Estrada sabía perfectamente que esta persona que tú mencionas, Vidal Carreras o Carreón, no sé cómo se llame, sabía que estaba trabajando en la CNDH sin contrato porque él mismo me solicitó que le mandara un oficio a Bahar Malek para que se les recontratara, si no se les recontrató, ese ya no es problema mío”, añadió.

“Yo hice lo que Francisco me pidió”, destacó.

Además, “con respecto a lo de los tuits, el famoso like que se le dio a la publicación de no sé quién y con respecto a la publicación de Facebook, se le mandaron explicaciones a la maestra Luciana Montaño, con copia a Francisco Estrada”, dijo.

“Ellos estaban perfectamente al tanto de todo lo que estaba pasando y tengo todas las pruebas para comprobarlo, tengo los correos electrónicos, tengo los oficios; yo nunca mandé un oficio si no era bajo la orden de Francisco Estrada, porque yo no puedo saltarme las trancas, así que si ese señor que dicen que hizo lo que hizo me quiere echar a mí la culpa, perdón, pero los primeros que tienen la culpa son ellos porque ellos estaban al tanto perfectamente de que estaban trabajando ahí sin contrato”, expresó.

“Tan es así que ahí está el oficio solicitando que se les recontrate. ¿Que no los recontrataron? Eso no es responsabilidad mía, yo hice lo que tenía que hacer”, explicó.

“Lo que está diciendo ese edicto es completamente falso, porque ellos sabían lo que yo había hecho, todos estaban al tanto de lo que estaba pasando y todos estuvieron de acuerdo cuando se les explicó qué pasó con el problema, porque después de eso no hubo ningún reclamo, ningún regaño, no hubo nada, simplemente se quedó que la situación ya había quedado clara”, aseguró.

“Entonces, cualquier cosa que dice ese edicto que fue mi responsabilidad, no, lo siento, la responsabilidad es de mi superior, que es Francisco y de Luciana Montaño y en ese caso, de Bahar Malek, que fue la que no hizo la recontratación y tengo los documentos para probarlo”, manifestó.

Ezeta Begnis tiene que presentarse en audiencia ante el OIC de la CNDH a manifestar estas explicaciones contra los señalamientos que se narran en el expediente, que fueron publicados en el DOF del 21 de diciembre.

​EHR

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