Las normales deben, asimismo, alentar en su seno el cultivo del arte, de la música, del teatro, del cine, etcétera, y convertirse en espacios de reflexión intelectual y de debate sobre los temas críticos de la época —las nuevas pedagogías, las novedades científicas, los fenómenos literarios, el cambio cultural, las nuevas tecnologías—. Cada espacio normalista debe ser un espacio de devoción a la cultura y de culto a la inteligencia.
Para renovar las normales
No se trata de borrar la misión social con la cual nacieron esas escuelas; el propósito tampoco es meter a las escuelas normales dentro de un mismo patrón que borre sus identidades particulares.
Ciudad de México /
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