Claudia Ruiz Massieu fue electa por unanimidad como dirigente nacional del PRI para el próximo año y tendrá la encomienda de transformar al partido, por lo que llamó a definir una nueva ideología, castigar los casos de corrupción de sus militantes y no privilegiar la tecnocracia sobre la política.
Hacer la reforma priista aplazada por mucho tiempo, cambiar del sistema presidencialista al democrático y “no privilegiar la capacidad técnica sobre la sensibilidad social” fueron las promesas, al asegura que el partido sufrió una derrota dolorosa y contundente, pero no definitiva ni permanente.
También aceptó que se acercaron demasiado a las élites, distanciándose de las causas ciudadanas y abandonando a su militancia.
A pesar de que Ruiz Massieu fue la única aspirante inscrita con el apoyo total de los sectores, las organizaciones y los comités directivos estatales, el Consejo Político Nacional del PRI vivió un episodio no visto antes en el auditorio Plutarco Elías Calles, cuando al iniciar la 43 sesión extraordinaria, el legislador local Christian Vargas —del grupo político de Cuauhtémoc Gutiérrez y mejor conocido como dipuhooligan— subió con una manta reclamando a Enrique Peña Nieto que así como entregará la Presidencia, libere también al PRI.
El lance del ex candidato a la jefatura delegacional en Gustavo A. Madero le permitió entrar en la lista de los oradores de la sesión del Consejo Político Nacional, la cual fue abierta por el ex dirigente del partido José Antonio González, en apoyo a Ruiz Massieu.
Luego siguió Vargas, quien acusó: “Perdimos la Presidencia porque la entregaron”, y le pidió a la guerrerense cambiar las zapatillas por tenis para recorrer los municipios.
Al final de la catarsis, él también votó a favor de Ruiz Massieu, quien observó el espectáculo desde la primera fila de las butacas, flanqueada por los ex líderes priistas José Antonio González, Dulce María Sauri, Humberto Roque, Beatriz Paredes y César Camacho.
Así siguieron los apuntados para defender la elección de la nueva dirigente, entre otros, la senadora Diva Gastélum; la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, y el líder cetemista, Carlos Aceves Del Olmo, quien dijo entender el enojo de Vargas; sin embargo, lo llamó a pensar cómo servir al partido y no cómo servirse de él. Ya agotados los oradores, se tomó la votación a mano alzada.
Claudia Ruiz Massieu aceptó que el PRI vivirá su batalla más ardua y la transformación tocará a la próxima dirigencia electa el año próximo. En 60 días convocará a elegir a la secretaria general del partido.
Ratifican a Ruiz Massieu al frente del PRI hasta 2019
A pesar de algunos reclamos, el Consejo Político Nacional votó de manera unánime.
México /
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