A seis meses del atentado en El Paso, Texas, que dejó 22 muertos, entre ellos ocho mexicanos y siete heridos, el Fiscal Federal y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) acusó de crimen de odio a Patrick Crusius.
El ataque, perpetrado el 3 de agosto del año pasado en un Walmart de El Paso, tenía como objetivo ciudadanos hispanos, con el fin de ahuyentarlos de Estados Unidos, reveló el autor del crimen.
El atentado ocurrió en un momento en que funcionarios de inmigración trataban de hacer frente a los migrantes en la frontera con México; El Paso era el epicentro de la llegada de éstos.
Uno de los abogados de Crusius aseguró que esperan que los fiscales federales a cargo del caso no busquen la pena de muerte para el joven de 21 años.
La cancillería se pronuncia
Frente a ello, el gobierno de México celebró el anunció por las autoridades estadunidenses y toma nota de los avances en la investigación en curso contra del individuo.
A través de un comunicado de prensa, la cancillería mexicana afirmó que, con los nuevos cargos, se reitera la condena en contra de los discursos de odio, la xenofobia y el supremacismo blanco, así como de cualquier acto de violencia.
Lo anterior, agregó, en consonancia con los esfuerzos del gobierno de México para construir sociedades más inclusivas y pacíficas, que reconozcan la pluralidad y la valía de la diversidad.
En este sentido, la cancillería anunció que el Consulado General de México en El Paso continuará dando seguimiento a este proceso judicial y a la atención brindada a las víctimas mexicanas del ataque y a sus familiares.
Recordó que, desde un inicio, ambos gobiernos acordaron intercambiar información de sus respectivas investigaciones, en estricto apego a los marcos normativos de cada país, coincidiendo en la importancia de llevar a cabo una investigación profunda de los hechos y de sus causas.