El presidente Andrés Manuel López Obrador se reunirá el próximo jueves con sus homólogos de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, retomando la tradicional Cumbre de Líderes de América del Norte, o Cumbre de los Tres Amigos, que no se había llevado a cabo desde hace cinco años. Sin embargo, aún está presente el último encuentro que protagonizó el entonces mandatario Enrique Peña Nieto.
Con Trudeau como común denominador, Peña Nieto y Barack Obama se encontraron en 2016 en Ottawa para hablar sobre economía y las formas para desarrollar la región, en el que fuese el último encuentro de la Cumbre, la cual acostumbraban celebrar cada año y que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca puso en pausa.
El evento volverá a celebrarse el 18 de noviembre en Washington, en la que será el tercer viaje al extranjero de López Obrador como jefe del Ejecutivo federal, pero antes de pasar al siguiente capítulo de la historia, te compartimos un poco sobre la última cumbre y las curiosas reacciones que generó entre los mandatarios.
Peña Nieto llega a Canadá y es recibido ¿por cabras?
El entonces mandatario mexicano llegó un par de días antes de la cumbre (que se llevó a cabo el 29 de junio) para realizar una visita de Estado a Trudeau. “Canadienses y mexicanos compartimos valores y objetivos de desarrollo, compartimos además una misma visión sobre el mundo que queremos”, dijo a través de una publicación en su cuenta oficial de Facebook.
La ceremonia oficial de bienvenida se llevó a cabo en La Citadelle, en Quebec, ofrecida por el gobernador general de Canadá, David Johnston. Además de la presentación de las comitivas y demás autoridades, a Peña Nieto lo recibió una cabra de las montañas rocosas o cabra blanca, pues se trata de una especie endémica del país.
Tras sus respectivos discursos, la delegación mexicana, compuesta por la canciller Claudia Ruiz Massieu, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano; continuó con su viaje por la provincia francoparlante para reunirse con el primer ministro de Quebec, Philippe Couillard, en el edificio Honoré-Mercier, lugar donde Peña Nieto firmó el Libro de Oro de Visitantes Distinguidos de la ciudad.
Más tarde, y sólo después de haber viajado más de 800 kilómetros, la comitiva mexicana llegó a Toronto, Ontario, para ser recibida por el primer ministro Justin Trudeau en el museo Casa Loma. Allí, ambos mandatarios sostuvieron una amena conversación por los jardines de la antigua mansión del excéntrico multimillonario Henry Mill Pellatt. Tras un brindis y una cena, el primer día de actividades quedó dado por concluido.
‘Carrerita mañanera’ por Ottawa
Para dejarlos sin aliento, Peña Nieto inició la mañana del 28 de junio corriendo cinco kilómetros en compañía de Trudeau. Con shorts y una playera verde fluorescente, el presidente mexicano contrastaba con su homólogo, quien con motivo de la visita de Estados, portaba una playera con estampado de calavera.
Y, ya iniciando las actividades oficiales, le tocó al Peña Nieto firmar los Libros de Visitantes Distinguidos del Senado y de la Cámara de los Comunes, en el Parlamento de la Ottawa, sede del Poder Legislativo de Canadá. Esto, para reunirse de manera privada, y en calidad e jefes de Estado, con Trudeau.
Reuniones entre las comitivas, firma de entendimientos entre las comisiones y departamentos de pueblos indígenas, secretarias de Relaciones exteriores, y del desarrollo, acuerdos de colaboración bilateral sobre cambio climático, energías renovables, e intercambios educativos e innovación, prosiguieron durante la tarde, sólo para anunciar las buenas noticias: a partir del 1 de diciembre del 2016, Canadá eliminaría el requisito de visa a los mexicanos.
Acompañado del primer ministro, Peña Nieto visitó el Parlamento de Canadá, la Cámara de los Comunes y participó en un encuentro con jóvenes. La jornada terminó con la plantación de un árbol en los jardines de la residencia del gobernador general de Canadá y una cena en su residencia.
Llegada de Obama, alfombra roja y cumbre
El 29 de junio inició directamente con el evento principal en Ottawa: la Cumbre de Líderes de América del Norte o Cumbre de los Tres Amigos, en el que el tercer integrante del grupo, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó a la capital canadiense.
Los tres mandatarios desfilaron por la alfombra roja colocada en la entrada del recinto y, rodeados de múltiples banderas de sus respectivos tres países, posaron frente a las cámaras antes del evento. Antes de la reunión trilateral, se llevaron a cabo encuentros individuales, en el que Peña Nieto pudo hablar con Obama y aprovecharon para criticar a políticos que prometen soluciones fáciles para gobernar un país, pero no coincidieron en su definición de populismo.
“En una economía global no existen soluciones fáciles. Hay muchos atajos para hacer que los ciudadanos tengan mejores condiciones de vida, pero toman tiempo. Alguien que nos ofrece la etiqueta de ‘nosotros contra ellos’, o que dice ‘vamos a mirar a nosotros mismos’, esa no es la definición de populismo”, dijo el estadunidense.
Incluso, Obama se autoproclamó populista por estar cerca de la gente y querer dar beneficios a los más pobres, aunque aclaró que también tomó decisiones difíciles que lo volvieron impopular durante sus años de mandato.
Los incómodos saludos de los ‘Three amigos’
Quizá fue porque los días anteriores la atención de Trudeau se había centrado únicamente en el presidente mexicano y en sus invitados, que la llegada de Obama a la Galería Nacional de Canadá pudo parecer eclipsante durante la reunión.
Tanto internet como los medios de comunicación convencionales no pudieron pasar por alto el peculiar apretón de manos que se llevó a cabo entre los tres líderes norteamericanos, pue claramente un saludo de seis manos puede llegar a ser complicado de ejecutar. Además, la fascinación del presidente estadunidense y la explicación del primer ministro canadiense por el lugar aparentó que el jefe del Ejecutivo mexicano se quedó relegado durante la conversación, siendo objeto de críticas, especulaciones y hasta memes.
Momentos más tarde, Peña Nieto, Obama y Trudeau dieron inicio a la serie de reuniones de alto nivel para discutir sobre el cambio climático, energía, competitividad, seguridad, defensa y cooperación en temas regionales y globales. Entre los acuerdos más importantes destacó una alianza para lograr la meta de producir el 50 por ciento de su energía eléctrica a través de fuentes limpias para 2025.
Los tres países se comprometieron por ello a delinear nuevas regulaciones federales para reducir las emisiones de fuentes actuales y nuevas en petróleo y gas, así como una estrategia regional en manejo de desperdicios. México, Estados Unidos y Canadá se comprometieron asimismo a reducir las emisiones procedentes de vehículos ligeros y pesados alineando los estándares de eficiencia de combustible.
“Si queremos resultados en favor del desarrollo de nuestras sociedades, es mejor trabajar juntos, como región”, concluyó Peña Nieto.
LP