Enrique Peña Nieto será el primer presidente que concluirá sus funciones sin recibir la pensión vitalicia y todas las prerrogativas adicionales a la que los ex mandatarios tienen derecho desde 1987, cuando Miguel de la Madrid estableció la prerrogativa en un acuerdo.
Con la aprobación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos por el Congreso de la Unión el 13 de septiembre, los legisladores determinaron que sólo podrán asignarse pensiones por el desempeño de una función pública, cuando se encuentren “expresamente asignadas por una ley o decreto legislativo”.
Miguel de la Madrid expidió un acuerdo que garantiza a quienes se hayan desempeñado como presidentes una pensión vitalicia equivalente al salario total que percibieron durante su encargo, seguridad social, seguro de vida y de gastos médicos mayores.
El documento también establece que los ex servidores tendrán 25 empleados a su servicio, cuya nómina corresponde a la Oficina de la Presidencia de la República, así como a 78 miembros del Ejército a sus órdenes directas.
Los beneficios se extienden a la familia: en caso de fallecimiento del titular, la cónyuge recibirá una pensión equivalente a 80 por ciento del sueldo total que corresponda a quienes se desempeñen como secretario.
En tanto que los hijos del ex presidente tienen derecho a un seguro de gastos médicos mayores hasta que cumplan la mayoría de edad.
De acuerdo con el ordenamiento aprobado el 13 de septiembre y que será publicado en el Diario Oficial de la Federación por instrucción del presidente de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres Guadarrama, sólo podrán cubrirse pensiones, jubilaciones y compensaciones que estén asignadas por una ley, decreto legislativo o cuando estén señaladas en un contrato colectivo de trabajo.
El acuerdo elaborado por el ex presidente Miguel de la Madrid no cumple con ninguno de los requisitos, y de acuerdo con el Estudio en materia de pensiones, percepciones o compensaciones y demás beneficios a ex presidentes de México, elaborado por Cecilia Licona Vite, ni siquiera fue firmado por el presidente, sino sólo por el secretario de Programación y Presupuesto.
OVM