Por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que se construye de Texcoco, esta semana decenas de mineros comenzaron a presentar demandas al sentirse defraudados ante la falta de pago del material entregado y por no haber recibido compensación alguna por las inversiones que ya habían hecho, así como por el material que ya tenían listo para seguir entregando a los contratistas.
El proyecto del NAIM parecía ser una mina de oro para muchos mineros, que consideraron que valía la pena hacer inversiones millonarias con tal de cumplir con las exigencias de los contratistas que a su vez debían cumplirle en tiempo y forma al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México.
Eso hicieron decenas de mineros que se afiliaron a sindicatos, consiguieron promesas de compra de materiales, invirtieron en infraestructura para meter y sacar camiones de sus terrenos, y al final, la inversión millonaria no cobró los frutos esperados.
El lunes, los mineros comenzaron con la presentación de demandas, que en total serán 39, en las que reclaman daño patrimonial, daños y perjuicios debido a la cancelación de las obras del NAIM, y esperan que las autoridades determinen quién es el culpable de que no obtuvieran las ganancias previstas.
Los mineros demandan el pago de adeudos y daños del contrato “Sistema de precarga e instrumentación geotécnica, infraestructura, estructura de pavimentos y obra civil de ayudas visuales y para la navegación de la pista 2 y área de túneles del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México", que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México celebró con la empresa mexicana Coconal Sociedad Anónima Promotora de Inversión de Capital Variable y con Constructora y Pavimentadora Vise, por 7 mil 926 millones 299 mil 964.90 pesos más IVA, de los cuales entregó un adelanto de 39 millones 48 mil pesos más IVA.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México además, se comprometió a pagar anualmente, de 2016 a 2018 los montos correspondientes para llegar al total acordado cuando se entregaran todos los materiales requeridos.
Los mineros denuncian que una coalición de sindicatos asumió la compra de tezontle, basalto y grava para entregar a las constructoras cuando estaba en pie la construcción del aeropuerto.
Presuntamente, la coalición realizó convenios con ellos sin contrato y les pagaba en efectivo, por lo que las minas siguieron surtiendo el material. Una vez que se canceló el proyecto, se dejó de pagar a las minas.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dicen que ya pagaron a las constructoras los contratos y penalizaciones por cancelaciones. Según los mineros, las autoridades pagaron mucho más por el material a las constructoras, mientras que a ellos nadie les ha respondido.
Los grupos mineros dicen tener grandes cantidades de material detenido y no tener a quién venderlo, pues para el aeropuerto de Santa Lucía no se necesitará tanto, y no sería redituable transportarlo para otros proyectos como el Tren Maya o el desarrollo del Istmo de Tehuantepec.
Los grupos de mineros llevaban meses planeando las demandas que este lunes comenzaron a presentar.