Seis de cada 10 personas con síndrome de Down están en riesgo de contraer desnutrición

En el marco del Día mundial del síndrome de Down recalcan la importancia de establecer reglas y estar al pendiente de hábitos alimenticios.

Seis de cada 10 personas con síndrome de Down están en riesgo de contraer desnutrición.
Andrea Hernández
Ciudad de México /

El Instituto Nacional de Pediatría (INP) advirtió que seis de cada diez personas con Síndrome de Down están en riesgo de padecer desnutrición ya que esta normalmente inicia en la lactancia.

Las personas que cuentan con este síndrome tienen desde 150 a 400 veces mayor riesgo de desarrollar leucemia mieloide aguda y problemas hematológicos frecuentes como la mielopoyesis anormal transitoria y la leucemia aguda megacarioblástica, formas particulares de desórdenes de la médula ósea que requieren un análisis genómico para su mejor clasificación y tratamiento, señaló el investigador del Laboratorio de Diagnóstico Genómico del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), Leonardo Flores Lagunes.

Durante el periodo de alimentación complementaria, en los dos primeros años de vida, las personas que padecen este síndrome presentan problemas neurosensoriales y rechazan los alimentos, sobre todo cuando detectan cambios de texturas de la papilla a alimentos sólidos. 

Lo que propicia una mala alimentación que puede provocar mayor riesgo de sobrepeso por inadecuados hábitos alimenticios, sedentarismo, hipotiroidismo y altos niveles de la hormona de la saciedad llamada leptina, que ocasiona que siempre tengan hambre.

El investigador Lagunes expresó que las primeras señales del síndrome de Down se manifiestan en la edad pediátrica, con infecciones recurrentes, sangrado nasal o en encías al cepillarse los dientes, y cansancio crónico, entre otros. 

Algunas niñas y niños nacen con malformaciones cardiacas, intestinales o renales; disminución de la función de la tiroides entre otras afectaciones.

Asimismo, la falta de concentración y de aprendizaje; problemas osteomusculares y cardiovasculares; desregulación hormonal, alteraciones en la piel, depresión, dislipidemia o concentración elevada de lípidos, lo que incluye olesterol y/o triglicérido; hígado graso, depresión y pubertad acelerada, son algunas de las consecuencias en la salud de la alimentación inadecuada, comentó la especialista de INP, Tania Vargas Robledo.

En el marco del Día mundial del síndrome de Down la especialista recalca la importancia de establecer reglas y estar al pendiente de hábitos alimenticios en familiares que cuentan con dicho síndrome, “deben establecer horarios, porciones y límites para mejorar los hábitos de alimentación” recalcó.

LG 

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