Urge que renuncie el alcalde Xicoténcatl González Uresti, porque cada día hunde más a Ciudad Victoria, señaló el ex diputado local por el Partido del Trabajo, Arcenio Ortega Lozano.
Pidió al Cabildo olvidarse de colores políticos y exigir por unanimidad la renuncia del presidente municipal, pues considera que no hay otra solución.
“Es un alcalde omiso, ausente, no atiende a nadie, la ciudadanía está desesperada, no ven autoridad”, expresó el ex legislador.
Mencionó que el gobierno estatal en un principio quiso justificar al alcalde de su mismo partido, sin embargo hoy en día reconoce que no tiene remedio “Él mismo debería renunciar dado su poco interés en gobernar su ciudad, pero si no lo hace, que el Cabildo se lo exija”, expuso.
- Te recomendamos Pide Fecanaco analizar salud mental del alcalde de Victoria Gobierno
Considera que no se vale que continúe como autoridad municipal, cobrando sin trabajar y de espalda a la ciudadanía que confío en él y le otorgó el voto.
“Victoria es una ciudad hundida, llena de basura, baches, oscura, insegura, con desempleo, falta de inversión, vive un abandono generalizado”.
La falta de mantenimiento a la ciudad, agregó, es evidente, pero si lo señala un partido lo ven como venganza política. “Hay un cuerpo edilicio que debe hacerse cargo y proponer soluciones en conjunto, su función es ser un contrapeso, tienen que intervenir todos los regidores”.
El Congreso del Estado a su vez, dijo, tiene que hacer su parte y validar su separación del cargo, así como definir a su sucesor para terminar el trienio, mismo que concluye hasta septiembre de 2021.
“Tienen que revisar quien es su suplente y que se haga todo lo que esté a su alcance para sacar del marasmo la ciudad”.
Aseveró que hay inconformidad en todos los sectores de la capital del estado, pero Xicoténcatl González Uresti ni los ve ni los oye.
“La vía más corta en busca de una solución es el Cabildo, son demasiadas fallas y es inaudito que lo sigan manteniendo sin al menos un extrañamiento de parte de ellos”.
Mencionó que están obligados a exigirle resultados y dejarse de situaciones como el ponerse a bailar zumba sin antes atender sus responsabilidades.
“¡Que baile pero que cumpla sus obligaciones!”, exclamó. Ortega Lozano lamenta que aunque Victoria sea el asiento de los tres Poderes del Estado, nadie meta las manos para poner en orden al alcalde. “Nadie reacciona”, dijo.
Comentó que aunque se dice que los cargos públicos son irrenunciables, tanto la Constitución Política del Estado de Tamaulipas como el Código Municipal contemplan escenarios de renuncia de algún miembro.
ELGH