La decisión estaba tomada y calculada desde que se aprobó la reforma electoral, promulgada en el primer minuto del jueves 2 de marzo, y por eso Edmundo Jacobo ya no pisó el INE, en el cual trabajó durante 14 años, pero lo que sí hizo fue promover un juicio ante el Tribunal Electoral y un amparo ante el Poder Judicial.
Los trabajadores entraban y salían del edificio A del Instituto y ninguno de ellos llevó consigo las pertenencias del funcionario despedido tras la publicación del Plan B de la reforma electoral.
La figura de Edmundo Jacobo Molina brilló por su ausencia en las instalaciones del INE, ni siquiera se hizo presente para recoger sus pertenencias o despedirse de sus compañeros que mantuvieron las actividades administrativas y de difusión como si fuera un día normal.
Al filo de las 11:00 horas, las escalinatas del edificio “A” del INE vieron pasar al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno; a la secretaria general del mismo partido, Carolina Viggiano, y al consejero presidente, Lorenzo Córdova, pero la figura de Edmundo Jacobo seguía sin aparecer en las instalaciones.
La única señal del fresco despido de Edmundo Jacobo fue la presencia de su chofer en las inmediaciones del estacionamiento.
Llegó pasadas las 10:00 horas a bordo de una camioneta Toyota negra; saludó a diversas personas que se acercaban a su paso, pero se fue a las pocas horas en solitario.
Cerca del mediodía, Lorenzo Córdova anunció el relevo de Jacobo Molina.
“Estoy proponiendo al director de la Dirección Ejecutiva de Capacitación y Educación Cívica, al maestro Roberto Heycher como encargado, para que el Consejo, si así lo decide, cumpla con este artículo transitorio de ley, hasta en tanto el licenciado Edmundo Jacobo Molina vuelva a ocupar el cargo que constitucionalmente le corresponde”, explicó Córdova.
A esa misma hora el ex secretario técnico del INE, Edmundo Jacobo, daba una entrevista para MILENIO Televisión desde su hogar, en la que señalaba con el Plan B no solamente se perderían más de 5 mil fuentes de trabajo, sino que tambíen se ponía en duda la credibilidad de la organización de los próximos comicios federales.
La hora de la comida llegó y los trabajadores del INE salían de sus edificios, pero por ningún motivo se observó la presencia de Edmundo Jacobo por las instalaciones.
Algunos de los trabajadores suponían que Jacobo hizo caso a la ley promulgada en la madrugada de este jueves: ”al parecer creo que aplicó lo que salió en el Diario Oficial de la Federación y por eso ya no vino, pero no sabemos”.
Así terminó el primer día en el que el INE fue tocado.
JLMR