En marzo de 2018 inició en las líneas 1 y 2 del Metro el Vagón Rosa, como una medida para prevenir el acoso en el transporte urbano, pero a cuatro años, esto es una simulación.
En un recorrido por varias estaciones de la Línea 1 del Sistema Colectivo Metrorrey, que va de desde San Bernabé hasta Exposición, se pudo constatar que aún existe el área reservada para mujeres, niñas, niños y personas con discapacidad.
En el piso se observan huellas marcadas con rosa y unos fantasmas con un letrero que indica el inicio de la zona exclusiva para estos grupos.
Sin embargo, los trenes no tienen como tal un vagón exclusivo, pues al interior, hombres y mujeres van codo a codo, sobre todo en hora pico, cuando las unidades van saturadas, a pesar de que debería existir uno.
El proyecto de Vagón Rosa se implementó en la entidad luego de revelarse la existencia de un grupo de acosadores en redes sociales, en donde se publicaban videos y fotos de mujeres sin su consentimiento siendo vulneradas.
Activistas en pro de los derechos de la mujer plantearon a Metrorrey la aplicación de este programa, el cual fue bien recibido, e incluso se realizó un evento público para dar por inaugurado este proyecto.
No obstante, en la práctica, las medidas para evitar que los hombres ingresaran a los vagones en este sistema de transporte fueron nulas, por lo que el plan como tal no tuvo éxito.