Después de tres años se retirará el Plantón 420 instalado afuera del Senado, en demanda de la legalización de mariguana con fines lúdicos. Sin embargo, la lucha continuará a través de otras estrategias.
“Si bien la táctica de ocupación del parque ha sido un éxito al atraer la atención nacional sobre la importancia de garantizar los derechos humanos relacionados con el uso personal de canabis, y no sólo crear mercado, se acaba la táctica de plantón para la campaña de las cuatro demandas. Colectivos se quedarán en el parque con miras a crear un espacio cultural, ir más allá de las cuatro demandas e involucrar a otros actores y agendas en el espacio de protesta”, se precisó en un comunicado.
En rueda de prenda, Pepe Rivera, integrante del movimiento admitió que el plantón dejó de ser incómodo para las autoridades y se volvió una especie de “ghetto verde en donde los dejan ejercer libremente sus derechos”.
“La protesta se ha vuelto extremadamente cómoda para las autoridades, por lo cual es importante salir del ghetto para ejercer desobediencia civil y consideramos irresponsable mantener la táctica de plantón para demandas que no podrán avanzar en los próximos años y en donde la estrategia del Estado es esperar la tragedia”, señaló.
Incluso consideró que el plantón se encuentra vulnerable y es un "Lobohombo", discoteca que se incendió en el 2000.
Además, deslindó al plantón de los actos que puedan ocurrir alrededor del lugar.
Adelantó que se creará una asociación civil para continuar con las demandas a favor del libre desarrollo de la personalidad, pues admitieron que los senadores sólo ven el tema como bandera política.
Y agradeció a todos los que apoyaron el plantón:
“Si no nos quieren oír, si no nos quieren ver, ¡nos van a oler!”.
EHR