El hombre se escuchaba desesperado. “¡Se nos subieron piratas! ¡Están atacando a la gente! ¡Están tirándonos balazos! ¿me copia?”
Faltaban 30 minutos para la medianoche cuando la quietud de las plataformas Cahua- Alfa y Cosl Hunter se vió interrumpida para dar paso al miedo.
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Cinco delincuentes habían logrado llegar hasta esas instalaciones y pretendían a punta de disparos de arma de fuego apoderarse de objetos de valor.
Ese domingo 26 de julio de este año el operador que contestaba el reporte por radio en Control Marino de Pemex todavía se daba tiempo para mostrar su incredulidad.
-“Afirmo, afirmo, te copio; confirma, ¿es zafarrancho o es real?”
“Es real, ¡nos están tirando plomazos!, ¡están disparando!”, decía un trabajador que se encontraba laborando en ese momento.
Otro ataque de piratas a plataformas de Pemex se estaba dando a pesar de que está en marcha un operativo de la Secretaría de Marina para evitar estos ataques a las plataformas de Campeche y Tabasco.
Después de ser advertidos por personal de la compañía Diavaz, personal de las plataformas atacadas activó la alarma, después, se resguardaron en el cuarto de pánico de cada embarcación.
“Fue demasiada pérdida de tiempo desde que se hizo la notificación a Control Marino para pedir apoyo, casi 20 minutos de puro protocolo verbal, en lugar de enviar a la Marina y darle parte a Seguridad Física, es un rollo”, dijeron plataformeros. En ese lapso, los piratas robaron 40 equipos de respiración autónoma, herramienta y objetos personales de la tripulación.
Esa noche a los trabajadores les hizo falta la presencia de la Armada, que, precisamente, lleva a cabo un operativo especial denominado “Refuerzo Sonda” para inhibir el ingreso de delincuentes a instalaciones petroleras en Campeche.
La nueva irrupción de ladrones en plataformas, hizo recordar a los trabajadores que así como son vulnerables a ataques de piratas, también lo están a actos terroristas.
“Tememos por nuestras vidas”, señala Martín Gómez, quien trabaja en este tipo de infraestructura desde hace casi 30 años y actualmente es programador analítico, “esto no ha terminado, sigue habiendo piratas en altamar, desmantelan y saquean las plataformas satélite e ingresan también a las que están habitadas para apoderarse de todo lo que puedan”, denunció.
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Recuerda que hace dos años hubo incluso un enfrentamiento entre piratas y marinos cuando estos últimos evitaban un robo en el complejo Abkatún Alpha.
“Le tiraron a la Marina y les contestó y se desató la balacera, lo que causó mucha tensión a bordo porque un disparo puede causar una explosión grandísima ya que son líneas de alta presión”.
Con este peligro viven todos los días, afirma, pues lo ocurrido apenas el 26 de julio les viene a mostrar que el problema no está controlado.
“Últimamente siguen robando las plataformas, suben y se apoderan de fotoceldas solares, desinstalan baterías, se llevan vigas de aluminio, válvulas de paso, cable de acero y de cobre”.
Entre el material que sustraen, menciona, también hay escaleras, equipo de perforación, hidratantes, luces de navegación, mangueras y trajes de bomberos y buceo.
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Comenta que donde hay tripulación el peligro es latente porque van armados y dispuestos a todo.
“No creo que este problema se acabe porque los marinos no pueden estar siempre en las plataformas deshabitadas, hacen recorridos y se van, mientras en complejos como Abkatún Alfa pusieron protección para blindar el acceso, unas compuestas y candado pero no sabemos si baste”, advirtió Gómez.
Temen, dijo, que mientras unos 300 obreros duermen a bordo, los piratas puedan ingresar hasta donde se encuentran y ejercer violencia sobre ellos.
“No tenemos armas, ni celulares, ni nada, estamos a la mano de Dios. Uno ya no puede estar tranquilo porque estás pensando en qué momento suben y te agarran durmiendo”, lamentó el analista.
A las instalaciones petroleras habitadas se envían cuatro elementos de la Secretaría de Marina para custodiar de manera presencial estos lugares, pero el complejo que acaba de sufrir el robo estaba solo, mencionó, “yo tengo treinta años trabajando en Pemex, entré a los 18 y nunca me había sentido tan vulnerable como en estos momentos, me toca subir el miércoles a la plataforma Abkatún Alpha, fui de los primeros en padecer covid”.
Coronavirus, piratas, ¿qué sigue? cuestiona Ernesto Cavazos Soto, quien labora en el complejo Akal Charly pero en estos momentos se encuentra amparado para no subir a la plataforma.
Los delincuentes, comenta, son personas que llevan armas de grueso calibre y van en grupos de tres a seis personas y muchas veces visten como obreros de Pemex para no despertar sospechas.
“Llegan en lanchas de pescadores y logran treparse hasta las bases de las plataformas armados con pistolas, cuchillos y navajas para robar lo que encuentren, ya cuando van de regreso si llegan a toparse con un buque patrulla de la Marina tiran todo al mar para deshacerse de evidencias”, explicó.
Lo sustraído durante este tiempo a esas instalaciones es de gran valor, expresa, pero lo que a los trabajadores más les preocupa es que un día puedan dañar una tubería con un disparo y causar una explosión de mayores consecuencias.
“El gobierno no puede controlarlos, son capaces de causar una explosión, sería un desastre y se perderían muchas vidas, es bastante peligroso porque son hombres que no toman conciencia de nada, andan hasta drogados”.
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Menciona que si el covid-19 enferma el organismo de los plataformeros, los riesgos que enfrentan en su conjunto afectan su salud emocionalmente, pues a bordo ya no tienen una válvula de escape, como antes lo era la sala de juegos donde podían distraerse.
Por si fuera poco, menciona, tienen un mayor hacinamiento, ya que si antes había cuatro personas en los cuartos ahora son seis. “Esto está muy complicado, andan todos estresados”.
Lo más grave, añade, es que los ataques de piratas dejan claro que no se está preparado para un ataque terrorista porque la seguridad a bordo no es extrema.
“Sabemos que nuestro trabajo es riesgoso, pero estos ataques piratas ya es algo extremo”, dice a su vez Oscar Ortiz Vázquez, obrero originario de Madero Tamaulipas y quien pese a estar protegido por la cláusula 43 del contrato colectivo de trabajo que le ha permitido resguardarse en su casa de la pandemia porque padece hipertensión, será llamado a reintegrarse.
Si se roban hasta plataformas, destaca, es posible que haya complicidades dentro de la propia empresa productiva del Estado.
Jorge Luis Ríos también cuenta la experiencia vivida en ataques de piratas. Refiere que son momentos de mucha tensión donde los obreros lo primero que hacen es encerrarse en el cuarto de pánico y dejar pasar unas horas calculando que los ladrones se hayan marchado.
El supervisor de la plataforma Abkatún Alfa, dice que Pemex tras los robos ocurridos entre 2016 y 2018 pidió apoyo de Semar para vigilancia pero en la última plataforma atacada no había presencia de estos elementos.
“Los delincuentes ya cuando suben a una plataforma es porque estuvieron estudiándola hasta saber el momento preciso para dar el golpe sin ser descubiertos”.
MILENIO publicó que en dos años aumentó en un 310% el número de ataques piratas a las plataformas en el litoral de Tabasco y Sonda de Campeche, al pasar de 48 a 197 asaltos de 2016 a 2018, con pérdidas estimadas en 224 millones de pesos.
De este saqueo en el mar, causado por piratas modernos, el caso más escandaloso ha sido el robo del helipuerto de la plataforma Tsimin-B, que fue desmantelado en un 40%, incluso, los delincuentes se llevaron hasta tornillos.
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Tras publicar MILENIO este reportaje, la Cámara de Senadores exhortó a la Secretaría de Marina a fortalecer la seguridad y desarrollo de las plataformas petroleras instaladas en el Golfo de México de conformidad con sus atribuciones constitucionales y legales.
De igual forma, a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para que coadyuve en la prevención de los delitos cometidos en las plataformas petroleras, ya que se han incrementado los delitos cometidos en las plataformas y se pone en riesgo la vida de los trabajadores.
A iniciativa de la senadora Cecilia Sánchez de Morena, la Comisión de Energía emitió el dictamen, donde además se pidió un informe pormenorizado acerca de los protocolos y medidas de seguridad que se han implementado en la vigilancia de las zonas de seguridad en el Golfo de México y la respuesta brindada a los reportes de robo.