La policía municipal de Atotonilco de Tula enfrenta actualmente una depuración de elementos para garantizar que todo el personal que brinda servicio a la ciudadanía esté calificado, pues más del 50 por ciento de los elementos no cuenta con exámenes de control aprobados, señaló el titular de la dependencia, Alejandro Rosales Valdivia.
El inspector de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), asignado a esta demarcación bajo el programa Mando Coordinado, expresó que como parte de este proceso se revisa que los elementos en servicio cuenten con los requisitos estipulados por la ley en la materia.
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Externó que los elementos policiales permanecerán únicamente en la dependencia si cuentan con el examen de control y confianza acreditado, así como su Control Único Policial (CUP); de lo contrario serán dados de baja.
“Estamos buscando que sea gente confiable, porque es lo que se está buscando en este municipio; ahorita en el personal sí contamos con un número alto de elementos no aprobados, y por eso se va a hacer la depuración conforme a ley”.
Dijo que el gobierno estatal y el federal exigen que se depure “a ese tipo de elementos, los cuales no están aprobados, para ingresar a gente que se pueda aprobar y que cuente con su CUP para tener todo bien reglamentado en Seguridad Pública de Atotonilco”.
Rosales Valdivia señaló que cada vez hay más requisitos para desempeñarse como policía, y dentro de ellos se encuentra la aprobación de los exámenes de control y confianza, los cuales consideran muchos factores, entre ellos el estado de salud, una prueba antidoping, una psicométrica, polígrafo, la documentación de los aspirantes, entre otros detalles.
Reconoció que “cada vez son más estrictos los controles”, no obstante, resaltó que ello permite que se garantice la integridad de los elementos que se incorporan a la policía municipal, pues debe existir certeza sobre ellos.
Reveló que actualmente en Atotonilco está abierta la convocatoria para pertenecer a la policía municipal, aunque precisó que para ello hay “un filtro demasiado minucioso para contratar a elementos confiables”.
El primer filtro, explicó, es una entrevista con el director de la policía, luego la contraloría municipal realiza una segunda valoración; el tercer filtro es revisar en el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) su estatus para ver si no tiene alguna acta administrativa, y el último filtro es el examen de control y confianza.
Expresó que a los aspirantes provisionalmente se les da un contrato de tres meses, y al término de ese periodo se decide si se incorporan a la dependencia y reciben las capacitaciones necesarias o si son rechazados.