Ante el temor a estallidos sociales por la crisis hídrica que se registra en la capital de San Luis Potosí, se implementó un operativo especial para custodiar las pipas que ingresan a rutas peligrosas.
Las pipas son escoltadas por patrullas de la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana municipal en colonias conflictivas en donde se han registrado ataques contra los operadores.
“Y no queremos que haya crisis social, cuando hay una crisis de esta naturaleza es muy propenso que pueda haber estallidos sociales. Lo que estamos haciendo esa darle seguridad a los piperos que están trabajando hasta altas horas de la noche y que lo hagan con seguridad”, dijo el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos.
En abril de 2022 un pipero fue atacado luego de que se negó a surtir de agua a vecinos de la colonia Valle Dorado, integrantes de una pandilla lo golpearon brutalmente y uno de ellos lo apuñaló en el pecho y en el abdomen y murió en el lugar. Para esa fecha la crisis de falta de agua no se consideraba como grave.
Con este y otros antecedentes de agresiones a piperos, la corporación policial implementó el operativo de seguridad para dar acompañamiento a los operadores que llevan el servicio de abastecimiento a las colonias Santa Fe, Valle Dorado, Julián Carrillo, Simón Díaz, Prados de San Vicente y Xicoténcatl.
“Ya uno se siente un poco mejor en cuestión de que a veces la gente se pone violenta por la falta de agua”, comentó Marco Antonio Sánchez operador de una pipa de distribución gratuita.
Los piperos en general, cuentan con un botón de ayuda a través de una app, para que en caso de sufrir ataques puedan solicitar en tiempo real el auxilio de las corporaciones policíacas.
A ocho días del día cero, el 26 de junio, fecha en la que la que inició la crisis por desabasto de agua suman 54 colonias afectadas por las fallas en el ducto y las fracturas de la cortina de la presa El Realito.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), iniciará las reparaciones en el mes de agosto y se prevé que los trabajos concluyan en 8 meses. Ante esto, el plan emergente que puso en marcha el Interapas, organismo operador de agua, podría prolongarse casi dos años, hasta que la presa vuelva a captar agua.
El plan incluye la reparación y perforación de pozos, la distribución de agua mediante 65 camiones cisterna que cubren rutas diarias matutinas, verpertinas y nocturnas y la declaratoria de emergencia del gobierno de México para obtener recursos federales.
Además de escoltar las pipas para dar seguridad a los operadores, las autoridades municipales instalarán campanas a las unidades como un mecanismo de comunicación auditiva con la población; en la primera semana de crisis la principal queja fue que los usuarios no escucharon pasar la pipa y se quedaron sin el servicio.
LG