De las siete inspecciones que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) planteó este año para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cinco están relacionadas con la construcción del nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucía.
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Así lo establece el Programa Anual de Auditorías para la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019, que incluye mil 378 revisiones a los gobiernos federal y estatales, a los poderes Legislativo y Judicial y a los órganos autónomos; se trata del primer esquema que evaluará a la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Mañana la ASF presentará el último informe de resultados de análisis a la Cuenta Pública 2018, sobre los últimos 12 meses del sexenio de Enrique Peña Nieto y alguna información del primero del tabasqueño.
De acuerdo con el programa para 2020, aplicará a la Sedena las siguientes auditorías: Control Interno y Gobernanza del Proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en la que se revisará el cumplimiento de los objetivos y el desempeño de los servidores públicos.
Efectos Regionales y Urbanos del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles (AIGFA), que evaluará el desempeño de funcionarios; Estudios de Preinversión para la Construcción de un Aeropuerto Mixto Civil-Militar y Construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, en el Estado de México, la cual analizará el cumplimiento en las inversiones físicas a la obra.
Proyecto del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles y Vertiente Social del Proyecto Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en las que se estudiará el desempeño de empleados públicos.
La ASF también realizará una auditoría a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) relacionada con Santa Lucía: la revisión al Impacto Ambiental por el Desarrollo del Proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
La construcción del aeropuerto de Santa Lucía comenzó el 17 de octubre de 2019, luego de sortear más de 147 recursos de amparo que fueron promovidos en su contra, relacionados con omisiones en materia de permisos ambientales, aeronáuticos y de obra civil.
Por orden presidencial, la terminal aérea deberá inaugurarse el 21 de marzo de 2022. La obra está a cargo del general ingeniero-constructor Gustavo Ricardo Vallejo, comandante del Agrupamiento de Ingenieros Santa Lucía, quien tiene a su cargo a más de 15 mil trabajadores, la mayoría militares.
No obstante, la experiencia del Ejército en obra pública, en especial en materia aeroportuaria, no es buena: en febrero de 2019, en su informe sobre la Cuenta Pública de 2017, la ASF reportó que la Sedena tuvo complicaciones para levantar la barda perimetral del que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, lo que derivó en un presunto daño patrimonial por 135.6 millones de pesos.
Detectó que la secretaría “no contó con la capacidad técnica, material y humana para ejecutar la obra” y recurrió a terceros para el desarrollo de los trabajos, lo que implicó la subcontratación del equivalente a 79.6 por ciento del importe total. Según la auditoría, el costo inicial de la barda era mil 547 millones de pesos, pero al final fue de más de 2 mil 900 millones.
PENDIENTES EN TEXCOCO
De manera paralela a las auditorías al aeropuerto de Santa Lucía, la ASF seguirá fiscalizando recursos federales aplicados al fallido proyecto de la nueva terminal en Texcoco. Según el programa de trabajo, hará 13 inspecciones al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).
Están pendientes por revisar el uso de recursos públicos en la construcción de la losa de cimentación y del edificio del Centro de Transporte Terrestre Intermodal; de la losa de cimentación del Edificio Terminal y el edificio mismo; de las Plataformas de la Terminal; del Edificio Satélite; de la Terminal de Carga y Mantenimiento de Aeronaves; de las Plantas Centrales de Servicios y del Servicio Consolidador de Sistemas Independientes.
Asimismo estudiará la aplicación de capitales en el Desarrollo de Ingeniería y construcción de subestaciones y de los trabajos relativos a los pilotes para la Torre de Control, Edificio Terminal y el Centro de Transporte Terrestre Intermodal.
El desempeño de la Gerencia del Proyecto; de los ingresos y gastos de fideicomisos no paraestatales; del uso de recursos en la elaboración de los proyectos ejecutivos de pistas, rodajes, plataformas, ayudas a la navegación, del edificio terminal de pasajeros, de las vialidades de acceso, estacionamientos y torre de control, entre otros.
OTROS PROYECTOS BAJO LA LUPA
La Auditoría verificará el cumplimiento de las inversiones físicas y la gestión financiera del Tren Maya; la construcción, vertientes sociales y efectos regionales y urbanos de la refinería de Dos Bocas, y la rehabilitación de las plantas de fertilizantes Nitrogenados, en Veracruz.
Asimismo, la continuación de los trabajos del Tren Interurbano México-Toluca, específicamente del Tramo Ferroviario Zinacantepec y del Túnel Ferroviario del Portal Poniente al Oriente.
Y ADEMÁS
DESMANTELAN COLUMNAS DISTINTIVAS DEL NAIM
De las 21 columnas de acero (foniles) que tenían como fin soportar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, marca distintiva de la terminal, se alcanzaron a colocar 15 y, hasta ayer, ya desapareció al menos la mitad en el terreno destinado a la obra. En un video obtenido por MILENIO se ve que retiraron estas estructuras y materiales pétreo, piedra basalto, acero y eléctrico. De acuerdo con reportes del Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM), en Texcoco había 40 mil toneladas de tezontle y basalto, 14 mil toneladas de acero, 14 millones de metros cúbicos de tubería y equipos para lo que sería la Torre de Control. En diciembre de 2018, días antes de la cancelación del proyecto, estaban instalados 15 de los 21 foniles. Un año después la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), entidad encargada de la edificación del aeropuerto de Santa Lucía, anunció el traslado de materiales del “polígono de Texcoco”.