El presidente de Argentina, Alberto Fernández, pidió a los senadores mexicanos hacer de América Latina un continente de la igualdad para dejar de “mendigar” una vacuna contra covid-19, con la que algunos lucran y que muchos mueren por no contar con ella.
“La desigualdad aparece ahora cuando la vacuna se produce; sólo 10 países la disfrutan y el resto pelea tan sólo para que cumplan los contratos que firmamos con esos productores y así quedamos solos, peleando con los poderosos una vez más, mendigando una vacuna con los que algunos lucran y por la que, por la falta de esa vacuna muchos mueren”, destacó.
En sesión solemne y con medidas de sana distancia, que la emoción de los legisladores no permitió guardar con el mandatario argentino, señaló que “este no es el tiempo de los otros, este es nuestro tiempo, acá no importa cómo piensa cada uno, tenemos que ser capaces de construir en la diversidad, se trata de escucharnos, de abrir nuestras cabezas”.
- Te recomendamos México tiene el primer presidente honesto y decente en muchos años: Alberto Fernández Política
En tribuna y en un Salón de Plenos en donde sólo se permitió el acceso a quienes dieran negativo a coronavirus, a través de pruebas rápidas que realizó el Senado, el presidente Fernández parafraseó al Premio Nobel de la Paz, Adolfo López Esquivel:
“Tenemos un Premio Nobel que dice: los puños cerrados no siembran, sólo siembran los puños que se abren. Abramos nuestras cabezas, abramos nuestros puños y hagamos de América Latina el continente de la igualdad para sacarnos este triste estigma que tenemos”.
El presidente del Senado, Eduardo Ramírez, destacó las leyes a favor de las mujeres y debates que se realizan en la Cámara Alta, y subrayó que México y Argentina tienen fuertes lazos de amistad desde 1888.
Antes, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, dijo que la contingencia sanitaria “nos exige realizar todos los esfuerzos posibles para aumentar la disponibilidad de vacunas anticovid-19 en el mundo, sobre todo ante las dificultades que supone una distribución democrática de los antígenos, tanto a nivel internacional como al interior de las fronteras”.
DMZ