Al asegurar que el PRI debe dejar de simular que no hay corrupción, José Narro Robles, manifestó sus intenciones por ser el dirigente nacional, comprometiéndose a transformarlo y fortalecerlo.
Admitió que tomar la decisión de postularse le costó mucho trabajo, pues tuvo que dejar su trabajo en la UNAM, sin embargo indicó que lo hizo porque cree que México necesita instituciones políticas fuertes y diferentes, porque cree en la política y la democracia.
Además se dijo convencido de que se requieren maneras diferentes de hacer las comas, para la redignificación de la política.
Sobre la vida del partido consideró que aún tiene vitalidad por su historia y sus 90 años, porque ha aprendido a ser gobierno y a ser oposición al no estar en el gobierno, con gran capacidad organizativa, con presencia nacional y tiene una militancia fuerte y la capacidad para reconocer derrotas, fallas, errores y replantearse el camino a seguir.
Sin embargo advirtió que los dirigentes y los militantes deben entender que se debe mantener la unidad y deben reencontrarse con la sociedad, pero previo a ello se debe tener un proceso de reconciliación interna, para volver a posicionarse como primera fuerza política del país.
Además advirtió que el partido debe desterrar prácticas deshonestas, como la corrupción, dejar la simulación y hacer un profundo acto honesto de revisión interna, ser congruentes y defendiendo valores y causas, además de trabajar duro para los demás y no para intereses personales.
Narro Robles destacó que aunque aún no se ha emitido la convocatoria busca tener contacto con la militancia para escuchar sus inquietudes y exponer su perfil.
Aseguró que no buscará la presidencia de la República en el corto plazo, pero tampoco ningún otro cargo de elección popular en los procesos del 21 y del 24, pero para los del 36 y posteriores no hizo compromisos.