Una propuesta de modificaciones al Código Civil y a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado para que se prohíba ejercer castigos humillantes y corporales que lesionen la integridad de los menores de edad, presentaron este miércoles las diputadas Alejandra Lara del PRI, y Marlene Benvenutti del PAN.
La propuesta fue presentada este miércoles durante la sesión de la Diputación Permanente del Congreso local y plantea reformar el artículo 423 del Código Civil.
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Al presentar la iniciativa en tribuna y posteriormente en rueda de prensa para ampliar sobre el tema, las diputadas comentaron que también se deben realizar reformas a la misma ley en su artículo 48.
Alejandra Lara expresó que en noviembre el Senado de la República ya impulsó una reforma en el mismo sentido, y que actualmente está bajo análisis en la Cámara de Diputados.
“Lo que queremos es evitar que las niñas, niños y adolescentes sean vulnerados por estos castigos. La realidad es que se ve muy natural que en cada hogar se pueda manejar la disciplina de cualquier manera, pero lo que se busca en el fondo es que se establezcan programas que ayuden a los padres de familia a evitar las agresiones a los niños”, expresó.
Al respecto la legisladora panista, Marlene Benvenutti, advirtió que en Nuevo León se registran altos índices de violencia en niñas, niños y adolescentes, por lo que han tenido que ser atendidos por los DIF municipales y estatales, en coordinación con el SIPINNA.
“Hay que ir cambiando y avanzando. Tenemos una sociedad demasiado violenta, las estadísticas no mienten, muchas de las personas que están en los centros de reclusión fueron niños violentados en sus hogares, hay que ir cambiando la educación de los niños sin la necesidad de recurrir a los golpes. En México mueren tres niños diariamente y en Nuevo León se registraron 2 mil 670 casos, de octubre a la fecha, de denuncias de maltrato infantil”, comentó.
De acuerdo a información que proporcionaron las legisladoras, el maltrato infantil se observa, mayormente, en el entorno familiar, los centros educativos y demás círculos donde, día a día, conviven con la sociedad en general, situación que hace establecer una prohibición tajante a que las niñas, niños y adolescentes puedan ser víctimas de maltratos o golpes por parte de quien tiene alguna situación de mando o jerarquía.