La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) sigue con el proceso de traslado, ahora a Culiacán, Sinaloa, de los felinos localizados en un predio en el pueblo de San Miguel y Santo Tomas Ajusco, a distintas Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA), Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre en Forma Confinada fuera de su Hábitat Natural (PIMVS) y zoológicos en el país.
Luego de recibir la solicitud de remisión en depositaría de la mayoría de los felinos por parte de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México y algunos otros interesados, la Procuraduría inspeccionó los sitios propuestos para determinar que cuentan con infraestructura adecuada, capacidad económica para la atención de los animales y cumplen con sus obligaciones ambientales, lo que en varios casos ha confirmado la Sectetaría del Medio Ambiente (Semarnat) a través de la Dirección de Vida Silvestre.
Un especialista comentó que se está haciendo un análisis de sus condiciones de salud y rehabilitación, “puede tardar de uno a dos meses, dependiendo el grado de daño que tenga, de malformaciones, falta de alimentación y deshidratación; otras enfermedades que pueden desencadenarse. Es riesgoso, pero vamos a poner todo nuestro empeño del equipo de profesionales”, explicó.
En este momento, dijo, se encuentran en áreas y espacios adecuados para brindarles la atención y el cuidado, asimismo, para alimentarlos, monitorearlos y rehabilitarlos.
Hay varios grupos que se han sumado, más de 30 organizaciones y grupos de especialistas federales interviniendo en el cuidado y traslado de los felinos.
La Profepa continúa con la alimentación, hidratación y seguimiento médico de los ejemplares, así como la limpieza de sus jaulas a fin de mejorar sus condiciones y dar continuidad al plan de estabilización que permita una recuperación corporal y anímica previa a su traslado.
Desde los primeros días de julio se presentó una denuncia penal en contra de quienes resulten responsables ante la Fiscalía General de la República por hechos probablemente constitutivos de delitos contra la biodiversidad, y ha solicitado el reconocimiento de calidad de víctima y coadyuvante.
A solicitud del Ministerio Público de la Federación (MPF), la Profepa coadyuvó en las acciones de rescate, traslado y resguardo de un tigre de bengala (pantera tigris) que se encontraba en un domicilio de la colonia Miguel Hidalgo, de Culiacán, Sinaloa, luego de un operativo realizado por los representantes de las diferentes corporaciones policíacas.
Personal de la Subdelegación de Recursos Naturales de la Profepa verificará la situación de vida digna en la que se mantenía este animal, debido a que se ubicó en un lugar que no contaba con el espacio que un ejemplar de esta especie requiere.
Por lo anterior, los inspectores federales de esta Procuraduría levantaron un acta de inspección y aseguraron precautoriamente al tigre de bengala, el cual tiene más de un año de edad y está en buenas condiciones físicas, así como de salud.
Al momento de la detención el tigre se encontraba amarrado con una cadena de acero al cuello, sin bebedero de agua y sin las condiciones mínimas de espacio y seguridad que un animal de esta especie requiere, incumpliendo así con la Ley General de Vida Silvestre.
La citada norma establece que realizar actos que contravengan las disposiciones de trato digno y respetuoso a la fauna silvestre pudiera ser sancionado de 20 a 50 mil salarios mínimos, así como el decomiso de los ejemplares, partes o derivados de la vida silvestre y de los instrumentos directamente relacionados con infracciones.
El manejo adecuado de los ejemplares en cautiverio indica que se requiere de césped, agua y sombra, cercas perimetrales, fuertes cerraduras y mucho cuidado y respeto en el trato.
JLMR