En 13 semanas el programa Jóvenes Construyendo el Futuro del gobierno de Andrés Manuel López Obrador vinculó a 343 mil pasantes al mercado laboral. Esa cifra apenas representa el 10 por ciento de los 3.4 millones de mexicanos que conforman la población desocupada o no económicamente activa disponible en dicho rango de edad (entre 18 y 29 años).
Se trata, en su mayoría, de personas con preparatoria y licenciatura, y de mujeres.
La contratación de pasantes es considerablemente mayor en estados del sur-sureste, como Guerrero, Tabasco, Chiapas y Campeche, donde se registran porcentajes de inscripción de entre 30 y 70 por ciento de esa población.
Esos cuatro estados concentran 38 por ciento de los pasantes alistados en el proyecto laboral, que reparte 3 mil 600 pesos al mes para que empresas y entes públicos capaciten a los jóvenes.
De acuerdo con estadísticas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), esos 343 mil jóvenes, que supuestamente no estudiaban ni trabajaban, entraron en el mercado laboral mediante el programa de pasantía que ejecuta el gobierno federal en conjunto con 67 mil 292 centros de trabajo, entre los que se encuentran diversas empresas privadas y dependencias gubernamentales de los tres niveles de gobierno.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que hasta el último trimestre de 2018 había 973 mil personas desocupadas entre 15 y 29 años, así como 2.4 millones de mexicanos, de ese mismo rango de edad, no económicamente activos con disponibilidad para trabajar. Ambas categorías suman a 3.4 millones de personas viables para recibir el apoyo gubernamental, lo que les permitiría adquirir o fortalecer conocimientos utilizados en su rama laboral.
En Guerrero, entidad gobernada por el priista Héctor Astudillo Flores, hay 33 mil 779 personas desocupadas o disponibles para laborar, mientras que el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro ya cuenta con 23 mil 760 jóvenes vinculados a diversas empresas en el estado, que van desde tiendas de abarrotes hasta constructoras y pasantías en los ayuntamientos de la entidad. Es decir, 70 por ciento de la población objetivo se inscribió a este proyecto laboral.
La STPS señala que se han abierto 34 mil 645 vacantes en la entidad, de ellas 10 mil 885 siguen en espera de ser ocupadas. La mayoría de las pasantías se crearon en municipios como Chilpancingo (6 mil 840) y Acapulco (4 mil 958), que presentan un severo problema de seguridad por lucha entre los cárteles de la droga para dominar la producción y venta de estupefacientes en la zona turística.
En otros estados como Chiapas, Tabasco y Campeche el número de vacantes ocupadas representa una cuarta parte de las personas desocupadas o disponibles para ocupar un puesto de trabajo. En el primer estado la proporción es de 36.3 por ciento; en el segundo, 34.3%, y en el tercero se ubica en 31.5%.
En Tabasco, entidad de la que es originario el Presidente, se han vinculado a 41 mil 305 jóvenes entre 18 y 29 años de edad para desempeñarse en 8 mil 30 centros de trabajo que abrieron 57 mil 707 vacantes.
En Chiapas han ingresado 57 mil 773 personas al programa de capacitación laboral, mientras que el Inegi reporta que hasta diciembre pasado había 159 mil 121 desocupados o no económicamente activos que están dispuestos a entrar al mercado laboral en ese estado.
La entidad gobernada por el morenista Rutilio Escandón presenta un mayor número de vinculados en Tuxtla Gutiérrez (6 mil 843), Tonalá (5 mil 401), Cintalapa (3 mil 602), Comitán de Domínguez (2 mil 638) y San Cristóbal de las Casas (2 mil 204); estos municipios concentran 35 por ciento de los nuevos pasantes del programa federal.
Las organizaciones privadas y públicas han puesto a disposición de los solicitantes 82 mil 898 mil pasantías en el estado.