El director de Revolución 3.0 en Michoacán y co-dueño de Neurona Consulting, Gustavo Alonso Aguado Butanda, negó estar relacionado con las investigaciones que se llevan a cabo en Bolivia en contra de la consultora política, acusada de triangular recursos del gobierno boliviano de Evo Morales para financiar la campaña de Podemos de Pablo Iglesias en España.
En entrevista, Aguado Butanda dijo que las intenciones de vincularlo con las indagatorias que se realizan en Bolivia son mero “golpeteo político” .
En ese sentido, reconoció ser propietario de la marca Neurona y el logo, mismos que están registrados en el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) y cuyos co-propietarios, según consta en documentos en poder de MILENIO, son además Gustavo Alonso, su hermano Waldemar y Záyin Dáleth Villavicencio, colaboradores suyos en Revolución 3.0.
Pero Aguado Butanda negó formar parte de la trama para trasladar recursos desde Sudamérica a Europa y rechazó que su marca esté relacionada con las campañas publicitarias en España o Bolivia —como lo reveló el diario español El Mundo. Sin embargo, no negó ser director del sitio web Revolución 3.0 en Michoacán, empresa fundada por otro propietario legalmente registrado de Neurona Consulting en Madrid, César Hernández Paredes.
Hernández Paredes lanzó en 2014 ese sitio de noticias como “un medio de comunicación que pudiera, de alguna manera colateral o paralela, vender el proyecto hegemónico en México y algunos otros países de Centro y Sudamérica”, según consta en una entrevista publicada en su página de YouTube.
En México, Neurona Consulting recibió entre 2017 y 2019 cerca de 4 millones 530 mil pesos por contratos obtenidos de partidos en campañas electorales.
Aunque no se identifica de qué instituto político obtuvo los recursos, sí menciona los trabajos que realizó, como fotografía, monitoreo de medios, imagen para espectaculares, estudios de mercado, desarrollo de aplicaciones, investigación en opinión pública y encuestas, entre otros.
El registro
Alfredo Ramírez Bedolla, diputado local de Morena en Michoacán y director de la asociación civil Pro Origen, reconoció que fue a través de su despacho que la marca de Neurona quedó registrada en el IMPI.
Señaló que “en ese acto no hay nada extraordinario ni al margen de la legalidad, ya que se encuadra en la contratación de servicios profesionales”.
Destacó que Pro Origen tiene influencia en materia de derechos de autor no solo en Michoacán, sino a escala nacional.
ledz